Esos ojos de sorpresa al final del espectáculo son la mejor recompensa de los magos, que juegan con su habilidad y con la sorpresa para cautivar, a niños y mayores, con sus trucos, con sus juegos, con su espectáculo dentro un mundo donde todo es magia e ilusión. Esta es la filosofía que une a una veintena de magos de la provincia en el Grupo Mágico Castellón (GMC), creado hace casi 17 años para sumar experiencias, formarse y acercar la magia a todos los rincones de la provincia, tanto con exhibiciones en teatros y calles como en centros educativos, asociaciones vecinales, collas o bodas.
Presidido en la actualidad por el mago Perete, cuenta con figuras emergentes de la provincia y maestros de la talla de Frisco, que con sus más de 80 años sigue sorprendiendo al espectador. Perete recuerda que todo empezó «cuando un grupo de amigos quisimos unir fuerzas porque, además, al estar como grupo nos permitía estar dentro de la asociación española de magia y participar así en congresos y concursos».
El colectivo está abierto a más miembros, que deben pasar un examen de magia. «Parece algo muy serio, pero es necesario para ver las aptitudes de los aspirantes, y puedo decir que todos los que se han presentado han aprobado».
Perete insiste en que todo el mundo puede ser mago, aunque hay que seguir unos pasos. «La gente joven siempre quiere correr mucho, pero les decimos que la magia no se aprende en youtube». Magia de cerca con cartas y monedas, mentalismo, de escenario y grandes ilusiones que nos hacen creer que una persona ha sido partida en dos son parte de su mundo. «Lo importantes es presentarlo todo bien para sorprender y romperle los esquemas al público».
Grupo Mágico de Castelló se reúne en la sede de la asociación de vecinos de Rafalafena, programa conferencias con magos de todo el país y ofrece sus servicios a través de su perfil en Facebook.
