La Agencia Valenciana de Turismo descarta aplicar una tasa turística a los visitantes a la Comunitat Valenciana y apuesta por mejorar la rentabilidad del sector, que ha caído, sostiene, un 40 % desde que empezó la crisis económica.
La secretaria autonómica de Hacienda, Clara Ferrando, apuntó en las Corts en octubre sobre la posibilidad de impulsar una ecotasa en las pernoctaciones turísticas como forma de mejorar los ingresos de la hacienda autonómica. Pero esta iniciativa choca con los planes de la Agencia Valenciana de Turismo, que no se plantea esta medida ni por asomo al poder suponer un freno a uno de los sectores llamados a empujar la recuperación económica en la autonomía. El turismo es señalado por el propio Consell y por el Ayuntamiento de Castelló, que gobierna una coalición del PSPV y Compromís, han puesto grandes esperanzas en el turismo.
Así lo entiende el presidente de la Agencia Valencian de turismo, Francesc Colomer, que subraya que la tasa turística «no está en la agenda del Consell». Además, subraya que el reto del sector es ganar «en rentabilidad», y al respecto, de sus palabras se deprende que un nuevo impuesto a las estancias turísticas supondría un lastre para conseguir este objetivo. Colomer resalta que la cifra de negocio en el sector hotelero ha caído en los últimos años a pesar del incremento de la cifra de visitantes. El turista ha reducido su gasto. Especialmente se percibe esta circunstancia en Castelló, ya que el perfil mayoritario de su turismo es nacional y el visitante extranjero de poder adquisitivo alto sigue siendo minoritario.
El gravamen, aunque quede fuera de la hoja de ruta del Gobierno valenciano, ha puesto en alerta a la patronal hostelera de Castelló. La presidenta de la Cámara de Comercio de Castelló, que pertenece a este gremio, Dolores Guillamón, advirtió ayer contra la ecotasa e instó al Consell a renunciar a la misma en la legislatura. «No estamos ahora en condiciones de poner trabas a los turistas», argumentó Guillamón.
El Consell ha asumido por ahora la tesis de Colomer frente a las posiciones de Compromís, que no renuncia a explorar este impuesto con la finalidad de reducir el impacto ambiental de las actuaciones turísticas. Cabe recordar que esta ecotasa está en vigor en Catalunya. En este caso cobra 0,5 y 2,5 euros las pernoctaciones por persona y noche, con un máximo de siete días. El nuevo gobierno socialista de Baleares, apoyado por Podemos, también plantea una ecotasa, bautizada como «impuesto de turismo sostenible». Podemos aboga pro destinar su recaudación a inversiones sociales y medioambientales, mientras el PSOE quiere incluir también políticas de promoción turística y de innovación como manera de compensar al empresariado. La acción del ejecutivo progresista de Baleares explica también el temor de la patronal turística de Castelló.
No obstante, el Consell valenciano tiene aparcada la ecotasa y buscará otras vías de financiación que no grave al sector turístico. Además, el turismo provincial encara una leve recuperación, tal como lo pone de manifiesto el aumento de un 1,3 % de sus precios en 2015 en la Comunitat.
