Los datos son sin duda elocuentes. En cuatro batidas organizadas en el Desert de les Palmes realizadas en los últimos meses se han cazado nada menos que 120 jabalíes. Podría decirse casi que es más difícil no encontrarse con un ejemplar cuando se transita por la zona boscosa del paraje natural que darse de bruces con uno de estos animales.
La última de esas actuaciones tuvo lugar el pasado miércoles en el entorno de la urbanización Montornés de Benicàssim, que se saldó con medio centenar de jabalíes abatidos, «una cifra más que representativa», señala Máximo Belenguer, vicepresidente de la Federación de Caza de la Comunitat Valenciana y delegado territorial de la entidad en la provincia de Castelló. La batida de hace dos días, organizada por el presidente del coto de Benicàssim, estaba autorizada por la Conselleria de Agricultura y Medio Ambiente, «desde donde son conscientes de la superpoblación de jabalíes en el paraje natural», de más de 3.300 hectáreas de extensión, que comparten Castelló, Benicàssim, Cabanes, la Pobla Tornesa y Borriol.
El operativo que se puso en marcha fue relevante, con más de 60 puestos distribuidos por la zona de la batida, unos 250 perros, 4 miembros del Seprona de la Guardia Civil, la supervisión de 4 agentes medioambientales y una unidad del ayuntamiento de Benicàssim. Máximo Belenguer destacó ayer «la necesidad de esos 60 puestos por la orografía propia del Desert y tras analizar el cuadrante en el que se debía actuar». Una vez pedidos todos los permisos se procedió a «colocar los paneles correspondientes de aviso» para que residentes de las urbanizaciones del entorno, ciclistas y ciudadanos en general que transitan por el paraje «estuviesen perfectamente informados de las restricciones que iba a haber el miércoles».
Máximo Belenguer insistía ayer en que, pese a que ha habido algún vecinos que de manera puntual se había mostrado en contra de la batida, «se ha informado puntualmente a todos ellos, se les ha explicado cómo se iba a desarrollar y prácticamente todos ellos lo han visto correcto». En este sentido, insistía en que «han sido los propios vecinos, e incluso los restauradores, los que habían trasladado su preocupación ya que, en varias ocasiones, al salir por la noche a tirar la basura, o simplemente a pasear, se encontraban de bruces con estos animales». Además, son animales que dañan los cultivos y pueden suponer un riesgo para el tráfico.
El delegado territorial de la Federación de Caza señalaba que el único incidente del que tenía constancia era el de que cinco días antes de la batida aparecieron pintados los carteles que informaban de la batida, pero se limpiaron sin mayor problema. En cualquier caso, este diario sí ha podido confirmar algún susto para los ciclistas que transitaban por la calzada al cruzarse con alguno de los más de 250 perros que se utilizaron para la caza del jabalí, aunque sin mayores consecuencias.
Balance
Uno de los datos más notables para Máximo Belenguer es el elevado número de piezas que se consiguen en las batidas. De momento se han hecho cuatro en el entorno del Desert Natural, dos en término de Cabanes y otras tantas en Benicàssim. En la primera se abatieron 22 jabalíes (Cabanes); en la segunda, 35 (Benicàssim); en la tercera, 17 más (Cabanes) y en esta última, cerca de medio centenar (46) , lo que suma 120 ejemplares. «Si a ello sumamos que hemos podido actuar como mucho en el 30 por ciento de la superficie, podemos estimar que la presencia de jabalíes en el paraje natural es muy elevada».
La explicación de este elevado número es clara: «no tienen prado natural, disminuye la actividad agrícola y lugares como el Desert son cada vez más boscosos», comenta. De momento no hay programadas más batidas, apunta Belenguer, que se sentará en los próximos días con la conselleria para presentarles un informe y valorar los resultados. «Ellos saben que estamos para colaborar en lo que nos digan», concluye.
