Es un buen chico, que está trabajando muy bien, pero necesita minutos para seguir progresando. Yo le deseo lo mejor». Estas fueron el pasado domingo las palabras de Zinedine Zidane tras el partido ante el Espanyol. El francés, como pueden imaginar, se refería a Denis Cheryshev.

El ruso, tras no contar en absoluto para Benítez, y seguir en el ostracismo con Zidane, logró finalmente convencer a la directiva blanca para que le dejaran salir. Las palabras del exgaláctico sonaron como música celestial para los oídos de muchos aficionados del Villarreal, sin embargo ya desde un primer momento nada hacía indicar que el destino del ruso fuera Vila-real. Que si Liverpool, que si Watford, que si Sevilla, que si Valencia... un sinfín de terminales surgieron como setas para recibir al futbolista, sin embargo en ninguna de las quinielas apareció el submarino. Y no porque Denis no quisiera volver a vestir de amarillo, ni tampoco porque Roig no intentara traerlo hasta la extenuación. Los porqués yo los buscaría más arriba. Florentino Pérez.

¿Cómo el tito Floren iba a dejar salir a Cheryshev al equipo que supuestamente le tendió una trampa para caer eliminado de la Copa? (Modo ironía ON). ¿Cómo iba a explicar tal cosa a su afición? Blanco y en botella. Siempre se ha dicho que las relaciones ente clubes, incluso tras lo ocurrido en Cádiz, son excelentes pero... lo cierto es que aquí no ha acabado Cheryshev.

Tal vez estoy siendo excesivamente malpensado, pero sólo espero equivocarme y que las negativas del Madrid no se conviertan en tónica habitual a partir de ahora, más teniendo en cuenta que sigo pensando que el Villarreal no es en absoluto culpable de lo que le ocurrió al Real Madrid en la Copa del Rey, pese a que desde la casa blanca se señaló descaradamente al submarino y su manera de actuar con el fin de deshacerse de las culpas y sobreponerse al lógico vendaval de críticas que le llovieron de manera merecida por la chapuza que desde las oficinas de la Castellana se había generado.

O es así, o... ¿es que hay miedo a reforzar a un rival directo? Sinceramente no lo creo, aunque reconozco que el mero hecho de que esta idea sobrevuele mi cabeza, me produce una media sonrisa pícara en el rostro. Insisto, no creo que sea eso, pero me gusta pensarlo y más cuando escucho a Manu Trigueros en zona mixta alimentar la ilusión por volver a sentirse muy importante en el fútbol español. Al menos así lo indican los números. Hay que recordar que el Villarreal es el mejor equipo de las últimas 9 jornadas de Liga, en las que ha sumado 23 de los 27 puntos, tres más que el Real Madrid y cuatro más que Barcelona y Atlético, y todo ello, no lo olvidemos, sin Cheryshev. Una lástima.