El Castellón regresa hoy al trabajo para preparar el duelo de rivalidad contra el Borriol del domingo a las 12.00 horas en Castalia. Y a partir de hoy toca trabajar al máximo para ganarse el puesto ya que con la remodelación sufrida en el plantel pocos son los que tienen la titularidad asegurada. Los que consigan entrar en las convocatorias de los partidos se podrán dar con un canto en los dientes ya que el entrenador Kiko Ramírez se verá con en la difícil papeleta de tener que descartara a siete jugadores cada siete días. Se han copado las veintitrés fichas y en el acta sólo se pueden inscribir dieciséis futbolistas.

En estos momentos hay dos porteros, nueve defensas, ocho mediocentros y cinco delanteros. De cara al próximo partido de Liga sólo están descartados los atacantes Rubén Fonte y Gaizka Saizar, por lesión. El resto de futbolista, en total veintiuno, trabajarán a destajo para estar a disposición del entrenador. Volverán tras cumplir el partido de suspensión los defensas Luismi Ruiz y Álvaro Gómez.

Y a partir que ahora a ver cuál es el papel de la cantera. De esos chavales del filial o del juvenil que cuando se les ha requerido su participación han estado y han dado la talla. Lo normal es que su participación, a partir de ya, quede reducida a la mínima expresión.

Ramón Moya, uno de los tres coordinadores deportivos del Castellón, aseguró que la entidad ha atendido las peticiones del actual entrenador Kiko Ramírez. Había futbolistas de la época de Ramón María Calderé y que no entraban en los planes del nuevo inquilino. Y en las últimas semanas se han atendido las peticiones de Ramírez para cubrir las demarcaciones con más carencia que tenía el equipo.