El piloto español Jorge Lorenzo (Yamaha) cerró ayer el primer test de pretemporada, que se llevó a cabo en el circuito de Sepang (Malasia), no sólo como el más rápido de la parrilla de MotoGP sino con una amplia diferencia sobre sus rivales. El balear, actual campeón del mundo de la categoría, ha comenzado fuerte a dos meses de empezar la temporada en Losail (Catar) y se ha mostrado que, pese a las nuevas novedades con los neumáticos Michelin y la electrónica común para todos, con muy buen ritmo sobre el resto de favoritos.

Sólo el sorprendente italiano Danilo Petrucci (Ducati), ayudado por las gomas blandas, pudo inmiscuirse en el dominio del mallorquín en la jornada del martes, pero el de Yamaha recuperó su mando en el último día en Sepang, donde la lluvia hizo acto de aparición retrasando el inicio y afectando en las últimas horas. Con todo, Lorenzo se marchó de Malasia con muy buenas sensaciones después de acabar como el más rápido gracias a un registro de 1:59.580, siendo el único capaz de la parrilla de bajar de la barrera del 2:00 y mejorando el récord de vuelta rápida que tenía Marc Márquez desde que logró la pole en 2014. Pero no sólo el tiempo del mallorquín fue lo que asustó. Su «M1» aventajó en casi un segundo al siguiente en la tabla de tiempos, su compañero en el Movistar Yamaha, el italiano Valentino Rossi. Márquez también elevó sus prestaciones, pero sólo pudo ser tercero (2:00.883).

El valenciano Héctor Barberá finalizó undécimo el día, pero en el global de tiempos de los tres días, terminó este test como el tercero más rápido, gracias a su crono del martes.