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Cuando un niño juega con fuego

La Policía Local intensifica en los días festivos la vigilancia respecto a los espectáculos pirotécnicos y se hacen llegar consejos a los vecinos

Cuando un niño juega con fuego

Un representante de la Policía Local de la Vall d'Uixó enseñó ayer un juego a los alumnos de primer ciclo de Primaria del CEIP Recaredo Centelles, que consistía en que tenían que recibirle enseñándole todos los dedos de cada mano con las palmas bien abiertas. La parte más importante de ese juego consiste en que, dentro de un año, cuando les vuelva a visitar por estas fechas, se los vuelvan a mostrar porque esa será la mejor prueba de que han sido responsables a la hora de manejar material pirotécnico.

Por quinto año consecutivo la Policía Local ha ofrecido a los colegios del municipio la posibilidad de participar en una campaña que pretende concienciar a los menores sobre el uso de los cohetes, aprovechando la proximidad de fiestas como Las Fallas o Sant Vicent, días en los que se extiende la costumbre de lanzar pirotecnia. Desde hace tres años estos talleres se realizan con la colaboración de los voluntarios de Protección Civil.

La finalidad de esta actividad es evidente: ofrecer el máximo de información posible a los niños para que comprendan los riesgos que tiene el uso de los cohetes, pero a su vez, lograr que sean ellos mismos los que transmitan los consejos a sus padres.

Curiosamente, la primera charla de ayer se ofreció a los más pequeños, que «legalmente no pueden manipular ningún tipo de material pirotécnico», según explicó el Jefe de Protección Civil de la ciudad, Pepe Navarro.

Conscientes de que lo prohibido suele ser lo que despierta más interés entre los pequeños, especialmente si tienen cerca a chavales más mayores que sí que tiran cohetes, tanto desde la policía como desde protección civil se insiste en las razones por las que deben esperar a tener la edad mínima. Y como la experiencia suele ser la madre de la ciencia, entre otras cosas les contaron el caso real de un niño como ellos que después de haberse comido un algodón de azúcar «tiró un cohete como no debía hacerlo, encendiéndolo con la mecha cogida con la mano». El petardo se le quedó pegado en los dedos y perdió uno. Las caras de los escolares tras la explicación del Policía Local reflejó que el mensaje había calado bien hondo.

Interiorizar los riesgos

Eso es lo que se pretende con este tipo de charlas. «Que sean los mismos niños los que interioricen los riesgos y les digan a sus padres qué es lo que pueden o no pueden hacer». Porque el hecho de que un menor tenga la edad legal para tirar petardos «no quiere decir que sus padres lo puedan autorizar todo».

Al tratarse de un tema que raramente no fascina a los pequeños, resulta muy sencillo llamar su atención y explicarles que no se pueden meter cohetes dentro de botellas de vidrio o latas, que no se pueden guardar los cohetes en cualquier parte o que existen zonas delimitadas para que puedan tirarlos, ya que «la ley también contempla que no se puede usar la pirotecnia en todas partes».

En concreto, por lo que respecta a las fallas, se establecen zonas delimitadas para ello, tal y como señaló el concejal de Policía Local, Xavier Ferreres, y destacó la colaboración de las comisiones a la hora de hacer cumplir esta normativa.

Por otro lado, aseguró que desde la Policía Local se intensifica la vigilancia estos días, especialmente durante los espectáculos pirotécnicos, estableciendo perímetros de seguridad y coordinado el dispositivo de emergencias para dar una respuesta rápida y efectiva en el caso de ser necesario.

Además, se informa a los vecinos de las zonas afectadas para que tomen una serie de precauciones como «no tender ropa en los balcones o no tener materiales inflamables o que pudieran provocar una explosión en el exterior». En cuanto a la participación en estas citas, prácticamente indispensables dentro de cualquier programación festiva, se les recuerda que, por ejemplo, no hay que tocar el material pirotécnico que queda en el suelo, por si no hubiera explotado correctamente, y para que esta información llegue a los mayores, una vez más se distribuye entre los más pequeños.

Los colegios de la Vall d'Uixó pueden adherirse a esta campaña de concienciación solicitándolo al ayuntamiento.

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