La ampliación del área de Urgencias del Hospital Provincial de Castelló pasa por la salida de las monjas de la Consolación, vinculadas al centro desde hace 157 años. Las religiosas ocupan 800 metros cuadrados, cuando el hospital dispone de unidades emplazadas en barracones por falta de espacio.

El Consorcio pretende renovar el área de Urgencias y proyecta una ambiciosa reestructuración en el centro para potenciar este servicio. La ampliación del área de emergencias hospitalarias se realizaría en el ala donde las monjas tienen su residencia. El espacio que ahora ocupa Urgencias quedaría liberado y podría destinarse a las unidades de conductas adictivas y de salud y prevención laboral, que actualmente están en módulos prefabricados.

Esta redistribución de espacios queda a expensas de la salida de las monjas de la orden de Nuestra Señora de la Consolación. Como informó ayer este diario, la dirección del Provincial está en negociaciones con la comunidad religiosa para acordar su marcha o reubicación en otra zona del hospital, aunque la primera opción es la más probable. Recientemente se produjo una reunión con la orden para abordar el asunto.

La presencia de las monjas en el centro se remonta a mediados del siglo XIX, cuando llegaron para prestar asistencia y llevar la administración del hospital. En la actualidad, quedan cinco hermanas, de las que sólo una está en activo ejerciendo como enfermera en Oncología. El consorcio tramita ahora la salida de las religiosas, cuya permanencia en un hospital público resulta anacrónica. Además, el Hospital Provincial tiene problemas de espacio y el papel actual de la orden es irrelevante.

Alojamiento barato

El convenio que regula la estancia de las hermanas de la Consolación en el Provincial lleva años vencido. Se siguen rigiendo por uno suscrito en 1981 que estableció las condiciones de estancia de las monjas en un ala del hospital. El documento fijó que deberían pagar por la ocupación, incluida la manutención, 300 pesetas por persona y día, que se descontarían de su asignación mensual por el trabajo realizado en el centro. Dicha cantidad sería actualizada en función de las variaciones anuales del IPC.

Además, según el convenio, las religiosas que por su edad dejen de prestar servicio al hospital, podrán permanecer en la comunidad sin contraprestación alguna. Así mismo, todas ellas tiene derecho a asistencia médico-farmacéutica en idénticas condiciones a los funcionarios de la diputación.

El enigmático convenio por el que el doctor Clará donó los terrenos

¿Hay alguna cláusula que impida desalojar a las monjas de la Consolación del Hospital Provincial? Existe la opinión extendida de que en el convenio de donación de los terrenos donde se construyó el actual centro, inaugurado en 1907, se establece como requisito la permanencia de las religiosas. El solar lo aportó el doctor José Clará, primer director del hospital.

Sin embargo, ni la actual dirección ni anteriores gestores han podido confirmar este extremo al no dar con el documento. «Es un mito urbano», señalan desde el hospital. El propio cronista de la ciudad, Antonio Gascó, dijo desconocer el dato, aunque señaló que no le extrañaría la existencia de alguna cláusula «ya que el doctor Clará era una persona muy religiosa».

Por su parte, desde la diputación eludieron pronunciarse sobre la posible marcha de las monjas. La entidad provincial conforma junto a la Generalitat el consorcio que rige el Provincial.