El Castellón atisba el primero de sus dos encuentros consecutivos lejos de Castalia en una situación delicada. Los albinegros acumulan cuatro partidos sin conocer la victoria, hay problemas en el cobro de las nóminas por parte de la plantilla y, en la parcela ofensiva, el técnico Kiko Ramírez sólo cuenta con un delantero en condiciones de jugar mañana domingo frente al Crevillente. Únicamente tres puntos separan a los de la Plana del quinto clasificado, el Villarreal C, y un nuevo tropiezo acercaría un poco más a una serie de equipos que apuran sus opciones de meterse en la promoción de ascenso, entre ellos el propio Crevillente y el próximo rival, el Torre Levante.

Pero, en lugar de optar por el lamento y la depresión, el entrenador del Castellón prefiere apostar por el optimismo y el mensaje positivo. Tras la sesión celebrada ayer en el Javier Marquina, el tarraconense explicaba que «tenemos que afrontar el partido del Crevillente con optimismo. Aunque en las últimas semanas las cosas no han salido como esperábamos, estamos a seis partidos del final de la temporada y luchamos por la cuarta plaza. El equipo se juega cosas, hay que ser positivos».

Sobre la mala racha de cuatro encuentros sin ganar, en la que sólo se han logrado dos puntos de los últimos doce (la peor estadística desde la llegada de Ramírez a Castalia), el preparador orellut comentaba que «son circunstancias del fútbol, antes ganábamos en el minuto 90 y ahora nos empatan en la única jugada clara de peligro como ante el Elche, o nos meten cuatro goles seguidos como ante el Orihuela». Para evitar esto, «hay que trabajar. El equipo está bien. Mi objetivo es llegar a la promoción de ascenso con todas las garantías e, independientemente de la clasificación, llegar bien al play-off».

Además, Ramírez realizó un llamamiento a superar todos los contratiempos que ha debido afrontar en las últimas semanas. «Tenemos que hacer un esfuerzo. Todo el mundo sabe cómo estamos, todo lo de lesiones y todo lo que se comenta», señaló y añadió que «el equipo lo que quiere es ganar el domingo primero, para seguir entre los mejores. Luego queremos llegar a la liguilla y esperamos que se nos den bien las cosas bien para ascender». El técnico apostilló que «el vestuario que tengo es cojonudo en todos los sentidos».

Kiko Ramírez no se quiere confiar ante el encuentro contra el Crevillente y ayer explicaba que, en el Enrique Miralles ante el Crevillente, «espero un partido muy intenso ante un equipo muy fuerte. Ellos van a gastar su última bala para entrar en la promoción». El entrenador del Castellón comentó que será «un partido parecido al del Atlético Saguntino. Sabemos las cosas buenas que hicimos y las malas también. Debemos trabajar para contrarrestar esto último».

Contrarrestar al rival

Ante el hecho de poder contar sólo con único delantero como es Tariq Spezie, con lo que Ramírez no podrá apostar por un sistema con dos arietes, el entrenador del Castellón apuntó que «posiblemente habrá un cambio en el sistema. Primero, queremos contrarrestar lo que vamos a encontrar en el campo. Es un hecho circunstancial lo de los dos delanteros. Aunque no conseguimos la victoria, si la actitud es la misma que ante el Ilicitano, no tengo ninguna preocupación. La actitud es el camino y es la que nos debe marcar el camino hasta final de temporada».

Además, Ramírez admitió que «el estado del campo me preocupa, por eso hemos entrenado en el Marquina para adaptarnos a un césped similar. Nos tenemos que adaptar porque no nos queda otra. Cuando nos juguemos todo, en la liguilla, nos podemos encontrar con un campo malo. Lo sabemos y por eso nos adaptamos».