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Otros dos vocales advierten al ayuntamiento que dimitirán si permanece Bellido

La permanencia del actual presidente de la Junta de Festes amenaza con provocar nuevas renuncias - El ejecutivo local deja en manos de la entidad festera el futuro de la presidencia La actual Junta de Bellido ha registrado cinco bajas en sólo seis meses de mandato

Otros dos vocales advierten al ayuntamiento que dimitirán si permanece Bellido

Otros dos vocales de la Junta de Festes trasladaron ayer al Ayuntamiento de Castelló su próxima dimisión si Juanvi Bellido continúa en la presidencia. «El año que viene será peor si continúa», afirmaron a este diario.

Ambos manifestaron al ejecutivo local que la única solución en la Junta de Festes pasa por la marcha de Bellido, al que reprochan su falta de talante y bagaje para dirigir la organización festera. El equipo de gobierno municipal es consciente de las críticas existentes en torno a Bellido, pero se mantiene al margen del conflicto aduciendo que la Junta de Festes es un órgano autónomo cuyo presidente ha sido elegido por la asamblea de fiestas. De esta manera, los munícipes progresistas dejan en manos de la Junta la resolución de sus problemas porque tienen miendo a que se denuncien injerencias políticas en la fiesta, una acusación que, cabe recordar, ya se han encargado de airear desde el entorno de Bellido.

Mientras, las diferencias continúan en la Junta de Festes. En sólo seis meses de mandato ya se han marchado cinco personas, Bellido ha pedido la cabeza de dos más, y otras dos advierten que se irán si se confirman los ceses propuestos por Bellido y esté ultimo permanece en su puesto.

El sector crítico tiene la intención de dar la batalla. Ana Alegre y José Miguel Rebollo, los dos señalados por Bellido, piensan plantarle cara, pero si no se produce un cambio en la Junta, habrá una nueva cascada de bajas. Las dos primeras podrían materializase la semana que viene. Y varias semanas después se apuntan otras dos bajas, según fuentes del sector crítico, además de los casos de Alegre y Rebollo, que si no son destituidos, también dirían adiós de manera voluntaria en el caso de que persista el actual presidente.

Bellido intentó la semana pasada despedir a Alegre y Rebollo, pero fue desautorizado por el ayuntamiento por no solicitar la preceptiva autorización previa al Patronato de Fiestas. Asimismo, con Rebollo necesita el aval de la Federació de Colles, ya que este colectivo festero lo aupó a la Junta y no el presidente. El responsable de la Junta ha frenado la reestructuración ante la falta de apoyo del consistorio y la resistencia de los críticos, pero intentará seguir adelante al menos con Ana Alegre, pues en este caso su nombramiento partió de él y el Patronato no podrá poner objeciones si se fundamenta este despido.

Bellido quiere continuar pese a las fricciones internas y los problemas con dos funcionarios y con los familiares de la reina de las fiestas. Para ello presume de que se trata de un cargo elegido por la asamblea de fiestas y de que dispone en teoría del apoyo de la mayoría de los miembros de la Junta. Piensa que con una pequeña remodelación regresará el consenso. De momento tiene el viento a su favor y desde el «món de la festa» se da por hecho que proseguirá en el cargo.

Pero lo haría sin una decena de los 24 integrantes con los que empezó su andadura en la Junta el pasado mes de octubre. Primero renunciaron cinco vocales y otros seis estudian hacer las maletas.

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