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«Me llevaban al banco con dos copas de vino y firmaba lo que me decían»

Un castellonense reclama un millón de euros al Santander al considerar que le engañaron con productos tóxicos Invirtió seis millones de euros ganados en 2006 en la Bonoloto y en 2009 «ya no tenía nada»

El Juzgado de Primera Instancia nº 4 de Castelló ha dejado visto para sentencia el juicio contra el Banco Santander por la demanda de Paco Guerrero -que ganó 6 millones de euros en la Bonoloto y lo perdió todo tras invertirlo en ese banco- para que le devuelvan 1,06 millones tras haber invertido en lo que asegura fueron productos tóxicos. El demandante, de 62 años, sin estudios y «totalmente ignorante en cuestiones financieras» invirtió parte del dinero a su nombre y parte a nombre de sus hijos en unos fondos que creyó que eran a plazo fijo sin riesgo.

Tras la celebración del juicio, que transcurrió a puerta cerrada a petición de las partes, Guerrero -visiblemente afectado- manifestó estar «triste», porque «los directores del Banco Santander me han engañado, me han estafado y me han robado todo lo que tenía». El demandante explicó que ganó 6,5 millones de euros en 2006 en la Bonoloto y «lo invertí todo en el Banco Santander». En 2009 fue a sacar «30.000 euros para una operación de rodilla y me dijeron que no tenía dinero. Se me cayó el mundo encima».

Desde entonces ha estado arruinado, sin poder si quiera contratar un abogado porque no tenía dinero y además sus hijos dejaron de hablarle porque la parte que invirtió a su nombre, 600.000 euros para cada uno de sus cinco hijos, también se perdió.

«Yo firmaba, porque me fiaba, me invitaron varias veces a comer y luego me llevaban al banco a firmar, con dos copas de vino, iba embalado y firmaba lo que me decían. A día de hoy no sé todavía lo que firmé, no sé ni pronunciarlo», comentó.

Hace dos años, gracias a la ayuda de un amigo, pudo denunciar y ahora reclama una parte de lo invertido, 900.000 euros en productos estructurados tridente, más los intereses, un total 1.062.612 euros. Presentó también una demanda contra el Banco Santander para pedir la nulidad de los productos tóxicos adquiridos por «incumplimiento del contrato de asesoramiento financiero» así como una «indemnización por daños y prejuicios derivados de dicho incumplimiento contractual».

Tras la vista, el abogado del demandante, Diego Muñoz-Cobo, explicó que han solicitado a la Administración de Justicia que determinados productos estructurados sean declarados nulos por «la asimetría informativa y el incumplimiento de la transparencia por parte del banco». La información que tiene el cliente y el banco es distinta, y eso exige «transparencia en la transmisión de la información al cliente», ha señalado el letrado, quien ha agregado que estos productos, si no son comprendidos por el cliente, «pueden dar lugar a una nulidad en la contratación del producto».

Según Muñoz-Cobo, su cliente fue «víctima de los creativos bancarios, que le ofrecieron unos productos bajo el señuelo de alta rentabilidad y seguridad», pero que en realidad son una «auténtica trampa para los inversiones no avezados». El representante legal del Banco Santander declinó hacer declaraciones tras la celebración del juicio.

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