La modificación de la ordenanza municipal que regula la ocupación de la vía pública mediante mesas y sillas que impulsó el año pasado el Gobierno de Castelló beneficiará a más de 700 locales de hostelería durante 2016.

Así lo indicó la alcaldesa, Amparo Marco, quien explicó que la medida aprobada por el pleno municipal el pasado mes de octubre supone una rebaja del 50% con respecto a las tasas cobradas hasta la fecha y persigue una doble finalidad «por un lado, disminuir la presión fiscal en tiempos de baja actividad económica y por otro fomentar la actividad económica y la creación de empleo».

El concejal del área de Hacienda, Antonio Lorenzo, indicó que en 2015 fueron 644 los locales que pagaron dicha tasa, lo que supuso unos ingresos de 467.000 euros para las arcas municipales. Este año, se ha incrementado el número de establecimientos con terraza hasta llegar a los 708 locales, que pagarán al consistorio un total de 255.000 euros aproximadamente.

En este sentido, Lorenzo subrayó que «este incremento de un 9% del número de locales con terraza es un dato positivo, que refleja un incremento en la actividad de este sector».

El responsable económico del consistorio también ha recordado que, después de varios años de subida en la tasa de ocupación de vía pública, el gobierno municipal también ha rebajado las tasas por casetas de venta, mercadillos y actividades recreativas entre un 10% y un 20%, si se solicitan por semanas o meses, en vez de por día.

«Nuestra intención es incentivar a los pequeños hosteleros para que puedan abrir más terrazas, aumenten su volumen de negocio y se puedan generar más puestos de trabajo», sostuvo Amparo Marco, quien subrayó que esta medida forma parte del compromiso del ayuntamiento para activar la economía local.

El ejecutivo local aplica esta rebaja para compensar la subida aprobada en 2012 en esta tasa que superó el 100 %.

La alcaldesa también recordó que «hemos iniciado un proceso de revisión de las ordenanzas fiscales para adecuarlas al momento actual y a la capacidad de la ciudadanía y las empresas». «Paralelamente, vamos a hacer un esfuerzo para mantener la recaudación municipal necesaria para mantener los principales servicios públicos, pero sin que ello suponga una presión fiscal excesiva sobre quienes contribuyen a su sostenimiento con el pago de tasas e impuestos, y para lograrlo intensificaremos la inspección, un aspecto clave ya que si todos pagamos, pagaremos menos», destacó.