La industria cerámica de Castelló ha sorteado la crisis económica gracias al empuje de las exportaciones y es el cuarto productor mundial por encima de Italia, su principal competidor en Europa, pero factura la mitad que las azulejeras del país transalpino, según el último estudio de la consultora KMPG. Uno de los retos futuros del sector pasa por aumentar sus empresas a fin de garantizar su competitividad en un mercado cada vez más globalizado, según coincidieron ayer en defender cuatro expertos en un foro organizado por la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD) en Castelló sobre el clúster cerámico.
En una mesa redonda abordaron los cambios en la industria directivos de Keraben, José Luis Lanuza; Sherpa Capital, Eduardo Navarro; Azulev, Salvador Huerta; y Bankia en Levante y Baleares, José María Martínez. En la mayoría de sus intervenciones se abogó por la necesidad de potencia fusiones empresariales para que el sector pueda acercarse en facturación a Italia.
«El tamaño será indispensable, no serán viables en un futuro empresas con dos hornos o una facturación menor a los 100 millones de euros», señaló Navarro, cuyo grupo (Sherpa) aspira a adquirir Tau Cerámica. Según el informe KPMG, 21 grandes empresas del sector acaparan más del 50 % de las ventas, pero los expertos creen que el sector piensa que hacen falta más fusiones ya que unas empresas con un mayor pesa, sostienen, tendrán más capacidad para invertir y competir. «Siguen siendo empresas atomizadas y se tendría que ir hacia grupos más importantes», sostuvo Salvador Huerta, de Azulev.
La concentración empresarial es un viejo anhelo que la cerámica arrastra desde el inicio de la crisis. El sector ha iniciado tímidamente este proceso con la entrada de fondos de inversión en algunas azulejeras, pero los expertos consideran que no se ha desarrollado como era de esperar.
¿Por qué no se ha materializado la concentración? Los intervinientes esgrimieron una cuestión cultural vinculada a la preeminencia de empresas familiares. «La irrupción del capital riesgo puede facilitar esta tendencia», sostuvo el director comercial de Azulev.
La segunda pata que la cerámica ha de mejorar, añadieron los ponentes, es la comercialización. El director de negocio de Bankia en Levante y Baleares resaltó que el sector priorizó en los años de crecimiento sus activos productivos frente a la comercialización. A juicio de Navarro, la cerámica ha sido un sector «muy productivo y deberá potenciar el marketing y la relación con el cliente». «En Italia han vendido mejor», añadió. Huerta agregó que España debería reforzar su posición en sus mercados naturales como Francia, Alemania, Reino Unido y EE UU, donde Italia tiene una posición más favorable.
En la jornada también se lamentó la falta de una industria potente local productora de tecnología cerámica. Sobre los costes energéticos se instó a proseguir con el «hub» del gas.
Inestabilidad política
El director general de Sherpa subrayó que los fondos de inversión extranjeros han frenado sus posibles proyectos por la inestabilidad política, pero resaltó que las firmas nacionales mantiene su interés con la cerámica por su actual situación boyante. No obstante, afirmó que el nivel de apalancamiento de algunas firmas reduce el valor de sus acciones y ralentiza las operaciones.
