Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Jornada escolar

Comedores escolares más saludables

La Fampa reclama al Consell que introduzca criterios de calidad en el menú y que reabra las cocinas desmanteladas en las escuelas de Castelló

Comedores escolares más saludables

Los comedores escolares nunca han sido famosos por su nivel gastronómico. Es un servicio práctico y muy útil para las familias que trabajan y no pueden hacerse cargo de los niños al mediodía, pero nadie reservaría mesa en un comedor escolar por lo suculento de su menú. De hecho, seguramente, muchos padres no estarían dispuestos a comer todos los días lo que a sus hijos se les sirve en las escuelas. Afortunadamente para los comensales, pequeños pero exigentes, la tendencia está cambiando, y los colegios cada vez se preocupan más por el servicio de comidas que ofrecen.

Muestra de ello es la jornada que se celebrará hoy en el IES Penyagolosa de Castelló sobre agricultura ecológica y comedores escolares, en la que intervendrán ponentes de la Conselleria de Educación y de otras organizaciones relacionadas con la materia, como La Unió de Llauradors o las federaciones de AMPA. Entre otros temas, se expondrá un caso práctico: el del colegio Herrero de Castelló.

Este centro decició cambiar por completo su modelo de comedor hace tres años y en lugar de primar el coste del servicio, incorporó criterios cualitativos en el menú con el objetivo de hacerlo más saludable. La frescura y la procedencia de los alimentos, así como el modo de elaboración se tuvo en cuenta a la hora de elegir a la nueva empresa que se haría cargo del comedor. «Una tercera parte de los productos que se utilizan ahora son ecológicos y el resto de alimentos son de proximidad. Se prima el género fresco y se evitan los congelados y las conservas», señala Suso Monforte, portavoz de la AMPA del colegio y miembro de la federación Fampa Castelló-Penyagolosa.

El cambio ha sido sustancial, pues los niños han pasado de comer varitas de merluza y sanjacobos congelados a degustar pescado del día y carne fresca. Además, se aprovecha el espacio del comedor, no sólo para alimentar a los niños, sino para educar su paladar. «Hemos notado que los niños comen cosas en la escuela que en casa nunca habían probado», señala Monforte, pues el chef del colegio elabora recetas caseras que muchas familias han dejado de cocinar, ascí como platos típicos de otras gastronomías, como el cuscús, para atender a la diversidad cultural del alumnado y acostumbrar a los niños a probar sabores distintos.

«Cuando se introduce una novedad en el menú, el cocinero sale al comedor y les presenta el plato para que conozcan los ingredientes. Además, se hacen concursos de crítica gastronómica y degustaciones. Los niños están más contentos», explica el portavoz de la AMPA.

En definitiva la experiencia del colegio Herrero demuestra que «es posible comer bien sin gastar más que antes», ya que el precio del menú está estipulado por la conselleria y la empresa que quiera acceder al servicio debe ajustarse a él, recuerda Monforte. El coste en este caso es de 4,25 euros al día.

Hay escuelas en Castelló que se están planteando el cambio en el modelo de comedor, «pero cuesta modificar las rutinas de los centros y apostar por algo que no se conoce», señala el miembro de Fampa, quien anima a la comunidad educativa a apostar por la alimentación saludable. A su juicio, no hay porqué cambiar de empresa, simplemente exigirle a la suministradora del servicio que se ajuste a unos criterios determinados.

Reivindicaciones

Para favorecer el cambio, la federación de las AMPA de Castelló reclama a la Conselleria de Educación una normativa que incorpore ciertos requisitos en los comedores escolares, es decir, que establezca unas cantidades mínimas de productos frescos, ecológicos y de proximidad. De esta manera, no sólo se promovería una alimentación más saludable, sino que, además, «se favorecería al sector de la agricultura ecológica y a los productores locales», señala Monforte.

Por otra parte, los representantes de las familias piden que se recuperen las cocinas en las escuelas, pues algunas fueron desmanteladas y sustituidas por servicios de catering. En este sentido, solicitan que en el plan de infraestructuras se contemple la restitución de cocinas en aquellos centros que vayan a rehabilitarse. «Es importante que los alumnos tengan una relación natural con la comida y no que se sientan como en un McDonald's», explica el portavoz. Además, reitera la necesidad de ayudar a los comedores de los municipios del interior de la provincia para que no cierren por falta de alumnado, pues es un servicio necesario para las familias.

Compartir el artículo

stats