El proyecto Remeb, que pretende desarrollar un biorreactor de membranas (MBR) sostenible a partir de residuos agrícolas e industriales para reutilización de agua, está presente en el congreso Permea, uno de los de mayor importancia en este sector, de la mano de Facsa.

El congreso se viene celebrando desde el pasado domingo, 15 de mayo, en Praga y está previsto que concluya este próximo jueves, día 19. Se trata de un foro que agrupa a los países Visegrad (República Checa, Hungría, Polonia y Eslovaquia) y que cuenta con la participación de la European Membrane Society (EMS).

Permea, que tiene lugar cada tres años, cuenta con una gran reputación internacional en cuanto a que es referente en el campo de la tecnología de membranas.

En este entorno se ha presentado el proyecto Remeb, el cual pretende desarrollar un biorreactor de membranas (MBR), ecológico y sostenible, para promover la reutilización de aguas residuales urbanas e industriales. La tecnología MBR combina el tratamiento biológico con los procesos de membrana.

En Remeb se usan membranas planas cerámicas en lugar de orgánicas. La ventaja de las membranas cerámicas es que presentan mejores propiedades químicas, térmicas y mecánicas, lo que permite que las membranas trabajen en condiciones severas y se puedan aplicar procedimientos de limpieza más agresivos. El principal inconveniente al comparar las membranas poliméricas es que el coste de estas últimas es mayor debido a que los materiales necesarios para su fabricación son caros. El objetivo principal de este estudio es fabricar membranas cerámicas a menor coste.