Pese al compromiso de los partidos de acortar la campaña y reducir la factura electoral para no saturar más a unos ciudadanos desencantados, lo cierto es que las principales formaciones llevan semanas bombardeando a la opinión pública con mensajes cruzados que buscan herir al adversario de cara la cita del 26 de junio. El PP ha encontrado un filón político en el tema sanitario, mientras que el PSOE y Compromís tratan de sacar rédito a la merma del servicio de cercanías provocada por las obras del corredor mediterráneo.
La diputación es el gran bastión del PP y es allí donde se cocina la estrategia política de los populares, centrada en buena medida en una confrontación con la Generalitat. El PP ha activado una campaña política que tiene como hilo conductor los supuestos recortes sanitarios en la provincia y la centralización de servicios en Valencia. Las populares han situado a la consellera de Sanidad, Carmen Montón, en el punto de mira y hacia ella dirigen buena parte de sus ataques. La elección de Montón como diana no parece casual, ya que la consellera se ha enfrentado abiertamente con la diputación por el Hospital Provincial de Castelló, cuya gestión comparten ambas administraciones y que la Generalitat pretende absorber.
La ofensiva del PP sobre el tema sanitario tiene un indudable trasfondo preelectoral. Los populares han contado con la colaboración de los dirigentes de tres federaciones vecinales, que han presentado en el ayuntamiento y la diputación un manifiesto contra el menoscabo de la sanidad pública en Castelló. Con la interposición de los vecinos, se logra la apariencia de una campaña ciudadana, no partidista, que el PP se limita a secundar.
El resultado ha sido más que satisfactorio a tenor de la respuesta del PSOE, cuyos dirigentes no ocultan su malestar y preocupación por el calado que pueda tener en la ciudadanía. De ahí sus esfuerzos por contrarrestar y desmentir los mensajes del PP. La creación de la figura del delegado territorial de Presidencia pretende precisamente defender la acción de la Generalitat en Castelló.
La Diputación de Castelló trata también de explotar su enfrentamiento con el Consell a cuentas de los decretos de turismo y deportes, que sitúan a las instituciones provinciales bajo la tutela de la Generalitat y limitan su capacidad de decisión. El PP presenta esta acción del Consell como una afrenta a los intereses provinciales y un ejemplo del centralismo que ejerce Valencia en detrimento de Castelló.
El PSOE y Compromís, por su parte, tienen como tema recurrente el de los trenes de cercanías y las molestias que están sufriendo miles de usuarios por las obras del corredor mediterráneo. Ambos partidos cargan de forma periódica contra el gobierno de Rajoy por el retraso de las obras y la falta de medidas paliativas para los viajeros perjudicados.
El PP, por su parte, hace tiempo que perdió la baza política del corredor mediterráneo impulsado por el Gobierno de Rajoy, debido a la demora de los plazos, los vaivenes del proyecto y las críticas que ha recibido por insuficiente. A ello se suma la afección de las obras en el tráfico ferroviario, con especial incidencia en el servicio de cercanías.
