La tercera edición de la «Festa per la Escola Pública» de Castelló se celebró ayer en un ambiente totalmente diferente al del año pasado. La plataforma de Ampas de la Escola Pública de la capital aplaudió ayer las decisiones de la Generalitat en materia educativa, que han frenado los recortes y han equiparado a la concertada con la pública en el proceso de matriculación, y entraron al debate con las asociaciones de centros privados y concertados que se han puesto en pie de guerra con la Conselleria de Educación.

El colectivo de Ampas de la educación pública de Castelló defendió en un manifiesto «la desconcertación de unidades escolares privadas cuando no son necesarias». «Las escuelas privadas tienen el beneficio de la subvención pública», subraya. De esta manera, respondió a los colectivos de centros católicos concertados que junto al Partido Popular se han movilizado contra el Consell al considerar que ataca a los centros concertados. En Castelló, la conselleria suprimirá una unidad concertada el próximo curso y prohíbe a estos centros que cobren cuotas para permitir el acceso, esgrime, de todas las familias.

La plataforma de la escuela pública también reclamó la derogación de la Lomce, una bajada generalizada de las ratio en todos los cursos y la recuperación de personal docente. «Son asuntos pendientes que quedan por resolver si queremos recuperar el prestigio perdido después de años de abandono y descrédito consentido por la Administración», continúa el escrito.

Añade que con las medidas emprendidas por la nueva Generalitat «nos alegra descubrir que es posible tratar de forma igualitaria a todas las escuelas mantenidas con fondos públicos (públicos y concertados), que es posible bajar la ratio en algunas ciudades, que es posible paralizar la supresión de unidades que han puesto en peligro a muchas escuelas públicas, y que es posible una escolarización de los niños y niñas organizada en zonas y sin distrito único, que sólo beneficiaba a la educación concertada/privada».

También defendió la enseñanza en valenciano e instó a votar en las elecciones generales por los partidos que defienden la escuela pública.

«La Festa per la Escola Pública» nació hace tres años en protesta a los planes del Consell de eliminar unidades en los colegios Mestre Canós, Herrero, Bisbe Climent, Blasco Ibáñez y Antonio Armelles. La política de entonces ha pegado un giro de 180 grados. Ahora se sienten agraviados los centros privados y concertados. Es un choque entre dos formas de entender la educación: unos esgrimen igualdad de oportunidades para todas las familias, otros, una libertad de los padres para elegir el centro educativo.