Jugar al disco no solo está reservado para los meses de verano. Aunque se trata de uno de los deportes más populares en la playa, también se desarrolla en hierba y en España ya hay muchos clubes dedicados a la práctica del conocido como ultimate frisbee o disco volador.

Este deporte fue introducido en territorio nacional en los años 90 a través de Euskadi y las Islas Canarias, pero con el paso de los años se ha ido extendiendo por todo el país. Tanto es así, que existe la Federación Española de Disco Volador -la federación mundial se formó en 1984- y su selección absoluta femenina prepara estas semanas su participación en el próximo Mundial de Londres.

Entre las jugadoras del combinado nacional femenino hay una de la Comunitat Valenciana, la castellonense Julia Queralt (Castelló, 1982), quien compite desde hace tres años con el Diskolaris de Bilbao. «Conocí este deporte de forma fortuita. Un día estaba paseando por el parque Etxebarria de Bilbao y vi a un grupo de gente lanzando discos y me llamó la atención. Al ver mi interés la entrenadora se acercó a mí y me propuso formar parte de su equipo femenino y, un mes después, me incorporé a él y hasta el día de hoy», comenta.

En la hierba o en la playa

En el ultimate frisbee se enfrentan dos equipos, siete contra siete en la modalidad de hierba y cinco en la de playa. Hay que avanzar pasándose el disco -de 175 gramos- hasta conseguir pasar a un compañero en el área de meta, marcando así un punto. El jugador no se puede desplazar o correr con el disco en la mano ni puede haber contacto físico entre jugadores. Al final ganará el partido el equipo que marque primero 19 puntos, siempre sacando una diferencia de dos -si no hay esta diferencia, el primero que llegue a 21 puntos-.

Lo que resulta más llamativo de este deporte es que sus bases se asientan en el buen espíritu de juego y en la deportividad y no hay árbitros, premiándose al equipo que mejor comportamiento tiene en el campo en base al conocimiento de las reglas, faltas y contacto físico, imparcialidad, actitud positiva, autocontrol y comunicación.

«Hay categoría masculina, femenina y mixta, así que personas de perfiles muy diferentes pueden participar en él. A lo largo del año competimos en la Liga, en el Campeonato de España, en los torneos que organizan los distintos clubes, en los torneos hat -te inscribes solo como jugador y la organización establece los equipos que considera- y en el Mundial, que este año se celebra del 18 al 25 de junio en Londres», comenta Queralt.

Exigencia física

Debido a la exigencia física de este deporte, los entrenamientos se basan sobre todo en este aspecto. Queralt entrena con el Diskolaris de Bilbao tres veces por semana en sesiones de dos horas y en ellas también se trabajan «los tiros de disco, ya que hay diferentes» y se realizan «ejercicios de estrategia y jugadas ensayadas».

Además de haber representación autonómica en la categoría femenina, también la hay en la categoría mixta ya que tanto el seleccionador nacional, Miki, como una de las jugadoras, Jen, pertenecen al Murciélagos Ultimate Frisbee y son nacidos en la Comunitat Valenciana.

El trabajo que todos ellos vienen haciendo durante los últimos años deberá servir para que España llegue lo más lejos posible en el Campeonato del Mundo de Londres del próximo mes de junio. Un nuevo reto para el equipo nacional.