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En lucha contra uno mismo

El programa cuenta con seis sesiones de dos horas cada una, en las que los escenarios virtuales y los mensajes positivos son esenciales

En lucha contra uno mismo

Únicamente en la provincia de Castelló hay cientos de personas que padecen fibromialgia, una de las causas más comunes de dolor músculo-esquelético a nivel mundial. Esta enfermedad reumatológica está clasificada como crónica y afecta al umbral de dolor -disminuyéndolo-, al aumento de la sensibilidad -tanto por contacto como térmica- en ciertas partes del cuerpo y se asocia con la falta de sueño y la depresión. Por ello, cada vez se crean más asociaciones de apoyo a pacientes y familiares y crecen el número de estudios de investigaciones relacionadas con su tratamiento.

Uno de esos tratamientos novedosos y que, por el momento, está dando grandes resultados es el realizado por el Grupo de Investigación Labpsitec del Departamento de Psicología Básica, Clínica y Psicobiología de la Universitat Jaume I en colaboración con el servicio de reumatología del Hospital General de Castelló dirigido por el Dr Miguel Ángel Belmonte.

En este método, se emplea la realidad virtual como apoyo al tratamiento psicológico de la fibromialgia. Para ello, la Universitat ha formado parte del proyecto EMMA, financiado con fondos europeos, basado en la creación de un entorno virtual adaptable con cinco escenarios predefinidos, de los cuales «se utilizaron dos entornos, la playa y el prado para diseñar tres sesiones de inducción de emociones positivas» según explicó la doctora Azucena García Palacios. Asimismo, esos entornos virtuales fueron «enriquecidos con diversos recursos audiovisuales -músicas, sonidos, colores, narrativas e imágenes- especialmente seleccionados para inducir emociones positivas y promover la activación» afirmó la doctora García Palacios.

El programa, que comenzó su andadura hace unos dos años, está compuesto por grupos de cinco o seis personas que realizan un total de seis sesiones. Éstas se hacen dos veces por semana y tienen una duración de dos horas. Actualmente, los interesados en formar parte del estudio pueden ponerse en contacto con Labpsitec.

Experiencias

Una de las primeras pacientes del proyecto es Montse, perteneciente a la asociación de fibromialgia de Moncofa, quien actualmente tiene 62 años y que ha visto cómo su vida diaria ha dado un giro de 180° gracias a este tratamiento complementario al recetado por su médico reumatólogo. Montse recuerda que en cada sesión «nos pasaban un test para decir cómo habías pasado la semana puntuando del 1 al 10 la cantidad de dolor que habías tenido o cuánta rabia habías sentido. Luego, cuando acababa la sesión nos lo volvían a pasar y veías que lo que sentías siempre bajaba un par de puntos». Una bajada del umbral de dolor o de los sentimientos encontrados relacionada con los vídeos y los mensajes de apoyo y superación ofrecidos en cada jornada.

Algunos de esos vídeos, señala Montse, «recorrían un paisaje y tenías la sensación de que estabas siguiendo la senda que veías», una sensación que unía la realidad con la ficción y «que era muy relajante».

A día de hoy, la forma de ver la vida ha dado un cambio radical para Montse. «Nos enseñaron a superarnos, a saber que aunque estés un día con dolor y haya veces que te hundas y pienses en dejarlo todo y no levantarte, tienes que hacerlo y luchar porque tienes metas y sueños que realizar» afirma emocionada.

En cada sesión, las pacientes tenían la tarea de buscarse una meta semanal. En el caso de Montse, su propósito era volver a darle vida a su jardín. Por eso, «poco a poco y con un poco de esfuerzo cada día volvió a estar precioso». Y así sigue a día de hoy, mostrándole cada vez que lo mira que ha conseguido «algo que pensaba que no podría y que al final hice».

Una experiencia, que casi dos años después de haberla realizado, «se la recomendaría a todo el mundo», ya que en el programa dan las pautas «para comprender lo que te pasa y afrontarlo». A día de hoy, «mi idea es que hay que romper las cadenas, tirar hacia delante y no hundirse tanto, que hay días mejores y días peores», un pensamiento positivos que «nos ha quedado impregnado».

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