El incendio en una parcela en la Quadra Borriolenc ha puesto en evidencia los problemas de insalubridad en los solares abandonados del entorno que los vecinos denuncian desde hace meses. Éstos fueron adquiridos durante el «boom» inmobiliario por promotoras ante el anuncio de nuevos planes urbanísticos, pero la crisis paralizó su desarrollo y los terrenos y los «masets» quedaron sumidos en el olvido. Ahora, algunas de estas fincas semiderruidas se encuentran ocupadas por familias sin recursos que malviven entre escombros.

El fuego se originó en uno de estos solares y al parecer la causa fue la quema de chatarr, según explicaron fuentes municipales. Luego se vio avivado por las altas temperaturas y la acumulación de chatarra y enseres de madera (tal como se aprecian en las imágenes que ilustran esta información). Las viviendas más próximas de la carretera de la Quadra Borriolenc fueron evacuadas por precaución por la densa humareda, pero al final los bomberos controlaron el fuego en solamente dos horas sin registrarse daños personales y materiales.

Ayer, restos de escombros permanecían en el solar afectado, mientras técnicos de telefonía se afanaban por la mañana en arreglar el servicio, que se había visto dañado. Los vecinos de los grupos de San Enrique, San Bortolomé y Mestrets vienen alertando desde tiempo atrás del riesgo de incendio. Ayer reclamaron al ayuntamiento que tome cartas en el asunto e inste a los propietarios del suelo a desalojar las viviendas «ocupadas». «Por nosotros y por ellos», explicaron fuentes de la asociación de Rei en Jaume, que indican que residen cerca de un centenar de personas en unas 30 viviendas abandonadas en unas condiciones insalubres.

Ramiro Martínez, de la entidad vecinal, está seguro de que el incendio fue provocado por una quema de cable de cobre. «El primer olor que se detectó fue de cobre», explicaba ayer.

Los vecinos esperan que el incendio «sirva de ejemplo» para que de una vez se intervenga en la zona. Insisten en que el ayuntamiento debe «velar por los intereses» del vecindario y buscar una solución. Desde Mestrets creen que la salida pasa por limpiar y dignificar la zona, por ejemplo, sostienen, promoviendo huertos urbanos. «Se pueden desalojar las familias actuales pero vendrán otras si no se adecenta el lugar», señalaron desde Mestrets.

Los vecinos de San Enrique y Bartolomé ya mantuvieron en abril una reunión con la Concejalía de Urbanismo en la que alertaron de los problemas de la zona. El equipo de gobierno municipal apuesta, al igual que los vecinos, por el desarrollo de actuaciones de microurbanismo y entierra los grandes PAIs, que en parte explican el estado de abandono de muchos solares, pero su actuación es limitada al ser propiedad privada.

«Los titulares deben mantener limpios los solares, y si nos los hay (por cierre de promotoras) tiene que intervenir el ayuntamiento», afirman los vecinos .