El presidente de Alcer Castalia, Juan Doménech, ha expresado su «estupor y profundo enfado» ante la decisión de la consellera de Sanidad, Carmen Montón, contraria a la puesta en marcha del programa 'Salut al Poble', con el que la Diputación de Castelló había previsto realizar controles médicos ambulatorios en pueblos pequeños, desprovistos de centros de salud, según señalan en un comunicado.

La iniciativa de la diputación partió de una petición de Alcer Castalia, entidad en defensa de los afectados por las enfermedades renales, junto con otras asociaciones, y contempla la realización de campañas de prevención y concienciación sobre la salud, corresponsabilizando a la ciudadanía. «Nuestro sistema sanitario, en general, merece un reconocimiento, pero ciertamente en materia de prevención es un desastre si nos comparamos con los países de nuestro entorno», explica Doménech.

El presidente de Alcer Castalia, con ironía, se ha declarado «daltónico en cuestiones políticas, porque no entiendo de colores« y considera incomprensible que se rechace una iniciativa como 'Salut al Poble', "innegablemente positiva, dirigida a la población del interior de una provincia que tiene toda su red de hospitales y principales recursos asistenciales a lo largo de la costa, lo que propicia que en el interior se sufra una falta de equidad en servicios como los sanitarios, que son financiados por todos y son tan justos como imprescindibles, especialmente, para las personas mayores».

En el ámbito de actuación de Alcer Castalia, «se trata de poder realizar sencillas pruebas de glucemia y tensión, porque los problemas que se pueden detectar son los principales responsables de nuestro ingreso en diálisis y posterior necesidad de trasplante». Éstas, junto con otras patologías que pueden ser fácilmente detectables con estas pruebas rutinarias que pretendía hacer «Salut al poble», son «fundamentales para lograr una mejor evolución de los problemas de salud y, en muchos casos, salvar vidas».

Por ello, Doménech pide a la Conselleria de Sanidad que obvie las diferencias políticas y acepte «un apoyo como éste que ofrece la Diputación de Castelló para facilitar controles y pruebas en los propios pueblos». «Puede parecer una anécdota, pero la distancia y el tiempo que se pierde en los desplazamientos hacen que muchas personas no lleven un adecuado control de sus enfermedades, con el riesgo consiguiente para su salud». El presidente de Alcer Castalia recuerda además que «no es algo que solo reclamemos nosotros, sino también muchos ayuntamientos».

Finalmente, Doménech se ha mostrado negativamente sorprendido por las razones esgrimidas por la Conselleria de Sanidad, entre las que se encuentra la duplicidad en la prestación de servicios en los pueblos: «Si la negativa y prohibición ya choca, el argumentario esclata», ha concluido.