El Ayuntamiento de Vila-real, según detalló ayer en un comunicado, ha abonado en los últimos 10 días cerca de 1,4 millones de euros destinados al pago a entidades sociales, ayudas y proveedores, en su mayoría pequeñas empresas locales. El alcalde, José Benlloch, informó ayer de estos pagos que «demuestran que el plan de ajuste del gasto en el que llevamos trabajando varias semanas comienza a dar sus frutos en los ciudadanos, en nuestras entidades y empresas que son la base de nuestra economía y nuestra sociedad».
El primer edil detalló que «la situación económica a la que nos han abocado las sentencias y empastres que la gestión del Partido Popular nos ha obligado a afrontar en los últimos años diferentes pagos como los 16 millones de euros pagados ya en distintos conflictos urbanísticos, sumados a otros gastos inesperados como los sobrecostes de las basuras o las ayudas del programa Xarxa Llibres, y la bajada de ingresos derivada de la reducción de impuestos». Según explicó el alcalde, esto ha abocado al consistorio a «aplicar un plan de ajuste del gasto que va a ser duro en algunos ámbitos, pero que también tiene un lado positivo que es éste: que los proveedores y entidades locales empiecen a percibir una mejoría y a cobrar los atrasos por servicios y ayudas que generados por los mazazos que, lamentablemente, seguimos recibiendo», puntualizó Benlloch.
En esta línea, el alcalde explicó que, si bien el plan de ajuste se presentó formalmente el pasado viernes, «desde hace ya varias semanas el consistorio viene trabajando en liberar partidas y créditos para hacer frente a pagos atrasados». Benlloch justificó que «el retraso en los pagos a proveedores es algo que me duele particularmente, porque en nuestro ADN está pagar, como demostramos apenas asumir el ejecutivo municipal, hace cinco años, cuando tuvimos que pagar los 9 millones de euros que el Partido Popular dejó pendientes de liquidar en los cajones», detalló.
Empresas pequeñas
«Las pequeñas empresas locales son fundamentales para nuestra economía y nuestro objetivo prioritario es que puedan cobrar por los servicios prestados a la ciudad en el menor tiempo posible, evitando que acaben convertidas en bancos que financian a las administraciones, como ha sucedido en otros ámbitos y etapas», explicó ayer el primer edil de Vila-real. Y añadió que «este es, de hecho, uno de los objetivos del plan de ajuste: minimizar el impacto en los proveedores y en el entramado social».
Según detallaron desde el consistorio, los pagos firmados ahora, aproximadamente 1,4 millones de euros en 10 días, se destinan «fundamentalmente a las pequeñas empresas y asociaciones, con abonos como la teleasistencia, ayuda familiar o Cruz Roja, entre otros muchos, a los que se suman también convenios firmados esta misma semana con las asociaciones de comerciantes o de parados», dijo Benlloch. «Es una situación complicada, que nos ha llevado a renunciar incluso a algunos programas de los que más orgullosos nos sentimos, como el Vilabeca, en un ejercicio de responsabilidad que, poco a poco, va ofreciendo resultados en aquello que más nos preocupa: las personas y las empresas locales», puntualizó el alcalde de Vila-real.
