La emblemática campana del campanario de Torás, Santa Quiteria, volvió ayer a su lugar de origen después de cinco meses en la población belga de Holsbeek, donde ha sido reparada de una grieta que se originó en 2014, así como de dos agujeros causados por balas de la época de la Guerra Civil. Durante toda la mañana, varios operarios de la empresa encargada de la reparación, así como una grúa para subirla hasta el campanario, estuvieron trabajando para que los vecinos de Torás puedan ya volver a escuchar el toque habitual de sus campanas en el reloj de las horas, los toques a misa, los toques a incendio o las fiestas mayores marcadas por el volteo de campanas.

Así lo explicaba ayer a Levante de Castelló el alcalde, Carlos del Río, quien mostraba su satisfacción por contar de nuevo con esta campana, parte del poco patrimonio con el que cuenta la población palantina.

Y es que, tras sufrir una grieta en el volteo manual de las fiestas del Cristo en 2014, el ayuntamiento decidió a principios de año tomar cartas en el asunto y reparar este bronce que tras su rotura, sonaba totalmente desafinado.

La reparación ha supuesto poco menos de 10.000 euros que ha pagado por el momento el ayuntamiento, «aunque debemos cuadrar las cuentas por los donativos que durante estos meses se han recibido para la reparación y esperamos que desde Patrimonio de la Generalitat, la Diputación y el obispado se nos de algún tipo de subvención tal como se comprometieron», comentaba. Asimismo, el ayuntamiento tiene previsto en agosto realizar una inauguración de la nueva colocación con una cena de sobaquillo y que un músico suba a tocarla.