Fran Escribá, entrenador del Villarreal, reconocido ayer que los suyos afrontan el partido de ida de la previa de la Liga de Campeones ante el Mónaco con muchos problemas por las bajas que acumulan, pero añadió que en todo caso se trata de «un reto muy bonito» y no deben quejarse.

Hasta ocho bajas pueden contar los amarillos. Una lista de ausentes que el técnico admitió «muy larga y que genera dificultades», aunque apuntó que «en el capítulo de bajas hay que confiar en lo que tenemos y aunque no llegan ni Jaume ni Bonera y se suman a las que ya sabíamos, tenemos lo que tenemos y con ello lo afrontamos».

Respecto a la eliminatoria, Escribá considera que «está todo muy igualado», ya que considera que son «equipos parecidos, de ligas de un mismo nivel y pensar que no está igualada es estar equivocado».

Por ello pidió a sus jugadores que afronten el partido con «tranquilidad, pensando que éste es el primer partido y hay que ser muy conscientes de que debemos evitar tener errores». Escribá espera que el rival afronte el duelo con la misma idea, ya que aguarda a un Mónaco que «querrá sacar un buen resultado para la vuelta, pero sin tomar demasiados riesgos. Por ello nosotros debemos estar tranquilos, no hacer errores y pensar que hay un partido de vuelta», apuntó.

En lo personal, Escribá comentó que el reto le ha llegado con «tan poco tiempo que no es nada fácil», pero lo afronta con «la ilusión de hacer algo grande».