Más de 250 acciones de gobierno en un año de gestión, 22,6 millones de euros de superávit en las cuentas de 2015, más de 19 millones de inversión en la ciudad en poco más de 18 meses ... Éstos podrían ser algunos de los titulares que resumieran el primer año de gobierno progresista en el Ayuntamiento de Castellón. Un tiempo en que el hemos conseguido cumplir los grandes objetivos generales que nos fijamos en junio de 2015, cuando PSPV, Compromís y Castelló en Moviment firmamos el Pacte del Grau: poner a las personas en el centro de todas nuestras políticas, incrementando el presupuesto para bienestar social y dando más oportunidades a los que tienen menos; apostar por la ocupación y la promoción económica a través del turismo, el comercio o la innovación e implantar la transparencia de forma transversal en todas las áreas de gestión.

Todo ello se ha podido llevar a cabo gracias a la eficiente gestión económica que ha realizado el nuevo Gobierno Local y que ha hecho posible tener el superávit más grande de la historia del Ayuntamiento: 22,6 millones de euros; una reducción de la deuda en 45 millones de euros o tener un colchón financiero de 5,3 millones que nos permite pagar con celeridad y pedir menos dinero a los bancos. Pero esta gestión económica no sólo son números, si no que tiene una repercusión directa en la calidad de vida de los ciudadanos y se concreta en medidas como la inversión de 19 millones de euros en obras públicas y mejoras de servicios en tan sólo 18 meses.

Una inversión nunca vista en Castellón que ha convertido al consistorio en la administración que más invierte en nuestra ciudad y que se concreta en más de 50 actuaciones como la renovación de la estación de bombeo Virgen del Carmen del Grau, ampliación del alivio de dos de las mayores acequias de la Marjaleria: L'Obra y La Plana, construcción del parking de autocaravanas, adecuación del solar frente al Hospital General como aparcamiento verde, plan plurianual de acondicionamiento de centros escolares públicos, instalación de baños en las playas y en la ciudad, culminación de la restauración y consolidación del Castell Vell, consolidación de la villa romana del camino de Villamargo, rehabilitación de las fachadas del Palacio Municipal, impulso a los huertos sociales, mejora de la accesibilidad del pabellón Ciutat de Castelló y del polideportivo Chencho, renovación urbana del entorno de Maestría, proyecto de repavimentación y mejora de 19 calles y plazas, rehabilitación del Maset Blau, adecuación del edificio del Planetario, o la rehabilitación de la «Caseta del Pozo» y del «Palomar» del Parque Ribalta para habilitar un quiosco-bar y unos baños públicos, entre otras muchas actuaciones.

Pero durante este primer año también hemos iniciado el camino para cumplir otros compromisos, quizás menos tangibles, pero igual de importantes: hemos potenciado la participación ciudadana con unos presupuestos participativos y nuevas vías de participación vecinal en el pleno; hemos impulsado un nuevo modelo de ciudad con los trabajos de redacción del Plan General, que se está elaborando de una forma consensuada con la ciudadanía; hemos mejorado los servicios públicos para conseguir una ciudad más habitable; hemos hecho un reparto equitativo de las inversiones y las mejoras de los servicios entre toda la ciudad y hemos convertido Castellón en una ciudad viva, activa, que disfruta del ocio y la cultura.

Y si el cambio en el fondo, en las políticas de gestión, ha sido fundamental, también lo ha sido en las formas, ya que hemos conseguido reorientar el desgobierno municipal que reinaba después de 24 años de inercias, desidia y prepotencia, y lo hemos hecho gestionando el dinero público con transparencia y austeridad, administrando mejor el dinero de todos y dando ejemplo a la ciudadanía.

Todo este trabajo que ha realizado el Gobierno Local en poco más de un año es sólo el inicio, el comienzo que sienta las bases para el gran cambio de Castellón que se completará en 2019 y en el que ha tenido, y estoy segura de que seguirá teniendo, un papel decisivo Enric Nomdedéu, nuestro todavía vicealcalde. Porque aunque Enric ya no vaya a estar físicamente en su despacho del ayuntamiento, seguirá trabajando por nuestra ciudad desde su nuevo cargo como secretario de Empleo de la Conselleria de Economía, donde toda la Comunitat Valenciana se beneficiará de su buen hacer. Creo, sinceramente, que nunca una alcaldesa tuvo un vicealcalde mejor y que Castellón nunca tuvo un vicealcalde con una visión institucional y de ciudad tan importante como ha tenido Enric Nomdedéu.

Gracias por tu trabajo, tu lealtad y tu implicación.