Estos días hemos seguido con especial admiración los Juegos Paralímpicos y nos hemos emocionado con las medallas de la representación castellonense: el bronce de Ariadna Edo en natación 400 metros libres y la plata Abderraman Ait en el maratón. Un premio enorme al esfuerzo que día a día supone para cualquier deportista que durante cuatro años se preparan a conciencia para la cita Olímpica. Como cualquier otro deportista, Ariadna y Abderraman entrenan con sacrificio durante años para llegar a los Juegos y dar lo mejor de sí.

Sin embargo, no todos los deportistas ven valorados de la misma forma sus éxitos. Si una nadadora española en los Juegos Olímpicos de RÍo en la prueba de 400 metros libres hubiese ganado la medalla de bronce habría recibido una prima de 30.000 euros. Sin embargo, la castellonense Ariadna Edo, que en la misma prueba ha logrado el bronce paralímpico, solo recibirá 9.000 euros. En el caso de la maratón masculina, si nuestro Abderraman hubiese ganado su medalla en los Juegos Olímpicos recibiría una prima de las instituciones españolas de 48.000 euros. Sin embargo, por haberlo logrado en los Paralímpicos solo recibirá 15.000.

La diferencia en las primas de la pruebas individuales es de un -70% para los y las atletas paralímpicas; mientras que por la medalla de oro olímpico se percibe 94.000 euros, la plata 48.000 y el bronce 30.000. Por la medalla de oro paralímpica se percibe 30.000 euros, la plata 15.000 y el bronce 9.000 euros.

Pero la cosa se agrava si hablamos de las pruebas por equipos en las que la diferencia llega al -75% para los paralímpicos; oro olímpico 50.000 euros, plata 29.000 y bronce 18.000 y para el oro paralímpico 15.000 euros, la plata 7.500 y el bronce 4.500 euros. Y es aquí donde viene mi duda, ¿por qué ante el mismo esfuerzo y mismo éxito no reciben de las instituciones públicas la misma recompensa que sus homólogos olímpicos? ¿No deberían promover la igualdad entre disciplinas deportivas, también en las Paralímpicas? ¿No se podría considerar discriminación?

Vivimos en un país donde es constante la lucha por la igualdad de género y la igualdad en la diversidad de capacidades, pero resulta paradójico que desde el colectivo olímpico y las instituciones públicas que promueven sus programas deportivos no se dé ejemplo de igualdad. Es el momento que tanto el Comité Olímpico, el Comité Paralímpico y el Consejo Superior de Deportes pregonen con ejemplo en lo que a igualdad se refiere e igualen la cuantía de los premios.

Estos días muchas instituciones se han alegrado y celebrado los éxitos de los deportistas castellonenses, pero más allá del éxito puntual, ya es hora de que las instituciones se impliquen por la igualdad, porque el deporte es deporte y diverso y debe ser ejemplo para su sociedad.