Hace poco más de una semana nadie habría ni imaginado que una de las vacas participantes en el concurso de ganaderías de Festa La Vila, en La Vilavella, iba a convertirse en la protagonista de conversaciones, titulares en los medios de comunicación y en las redes sociales. Pero es que todo se precipitó cuando el astado, de la ganadería Cantera de Vila-real, decidió aprovechar una oportunidad de oro -una puerta abierta por error- para marcharse al monte, donde sigue en la actualidad en paradero desconocido para desconcierto de la Guardia Civil, la Policía Autonómica y algún que otro curioso, sin que ninguno haya conseguido, de momento, convencerla para que vuelva al redil siete días después de su fuga.

Porque esta vaca roja ha demostrado ser muy astuta. O al menos lo suficientemente ágil como para huir rápidamente de cualquier influencia no deseada. Y para ello la montaña se ha convertido en su principal aliada.

La relación de los vecinos de la Vilavella con el suceso ha ido evolucionando. Mientras los primeros días cundía el temor a encontrarse con la res en cualquier esquina, en el monte o trabajando en el campo, a medida que han ido sucediéndose las jornadas sin que se sepa nada de su ubicación, el humor se está imponiendo y crecen los rumores que apuntan a la posibilidad de que la vaca se haya dejado ver en los alrededores del cementerio o la piscina municipal.

En este contexto los montajes fotográficos no se han hecho esperar. En Facebook proliferan los montajes que sitúan a la vaca entre unos arbustos del paseo que lleva hasta el camposanto, en el centro de la Vilavella e incluso junto a la banda de música. Incluso la han rebautizado como la 'Vaca 007'. Incluso hay quien propone hacerle un monumento. Por ahora, ya es la vaca más famosa.