Las dos primeras jornadas de Cersaie han obtenido un balance «positivo». Aunque el nivel de participación es, según los empresarios consultados, prácticamente idéntica a la del año pasado „que fue una muy buena feria„, se ha podido detectar una mayor «ilusión» y «ganas de hacer negocio» entre los profesionales que visitan la feria, según ha señalado el director de marketing de Azteca, Félix Gascón. «Las perspectivas son buenas», puntualiza Gascón, quien coincide con el gerente de Natucer, Manuel Rubert; y el director general de Ceracasa, Carlos Cabrera, quien puntualiza que las dos primeras jornadas «son, principalmente, de tanteo, ya que los visitantes se dedican a ver y a comparar el producto expuesto y es a partir del tercer día cuando se comienza a cerrar pedidos».
Pero pedidos, «ya se están cerrando», señala Rubert, quien destaca de manera muy especial la gran afluencia de la primera jornada, la del lunes. «Ha sido superior a la del año pasado y eso significa que los visitantes ya han comprendido que el lunes también hay feria, algo que nos beneficia a todos, porque los expositores hacemos una inversión, que además es muy fuerte, por cinco días».
En cuanto a nacionalidades, «es muy variada la procedencia de los compradores» que se pueden ver en los pasillos y stands del Bolognafiere, señala Cabrera, quien resalta que este año sí que está viendo «menos árabes» que en otras convocatorias de la feria italiana, debido a la fuerte recesión que están registrando mercado como Arabia Saudí. Abundan los asiáticos, que mantienen su tradición de fotografiar todo lo que les gusta; y los centroeuropeos, pero también se están viendo africanos y estadounidenses. En general, está siendo una «muy buena feria», explica Rubert, aunque el verdadero resultado se sabrá dentro de algunas semanas, cuando los contactos se confirmen en pedidos en firme.
La cerámica de Castelló, a pesar de su situación de privilegio en Bolonia al ser la segunda potencia, solo por detrás de Italia, en número de expositores y metros cuadrados ocupados; debe luchar contra el país anfitrión, por arriba, y por debajo con el resto de productores del mundo, incluidos China, Brasil, Vietnam o México, por citar solo unos ejemplos. De hecho, la cerámica italiana saca pecho en Bolonia y hace valer, ante propios y extraños, su condición de líder mundial en el campo de la exportación al controlar el 30 % del mercado mundial de los azulejos en cuanto a valor, y el 15 % en volumen, empatado en este campo con España.
Ante 250 periodistas de todo el mundo, la patronal italiana, Confindustria Ceramica, anunció que se cerró 2015 con una facturación de 5.100 millones de euros.
