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Un empate sin demasiada historia

Un irreconocible Villarreal suma un punto en su visita al Steaua de Bucarest en un partido en el que nunca se le vio cómodo Santos Borré fue el autor del gol del «submarino» a los diez minutos de juego, pero los locales igualaron en el 20 El colegiado no señaló una pena máxima a favor de los rumanos que podía haber cambiado el rumbo del encuentro

Si el partido de la primera jornada contra el Zurich no fue de los mejores del Villarreal CF pese al resultado final, el de ayer contra el Steaua de Bucarest tampoco pasará a los anales de los grandes encuentros del submarino. El equipo de la Plana Baixa estuvo irreconocible, cometió excesivos errores y nunca se encontró cómodo sobre el césped del Estadio Nacional, quizás porque las rotaciones hicieron mella y muchos jugadores todavía no están al cien por ciento.

En la primera parte se vieron dos goles y la verdad es que poco más. El equipo de Escribá era el claro dominador sobre el terreno de juego, pero no lograba encadenar el último pase y acercarse con peligro al área rumana. Quizás porque el Steaua había apostado por un sistema 4-2-3-1, presionando desde muy atrás y buscando el peligro a la contra, un planteamiento que incomodaba bastante a los villarealenses.

El primero en probar suerte fue N'Diaye con un remate que se le marchó desviado y el que no falló instantes después fue Santos Borré. El delantero colombiano, que regresaba a la titularidad, aprovechó un pase perfecto de Bruno para plantarse solo ante el meta Nita y, con un suave chut con la pierna derecha, estrenar el marcador del Nacional de Bucarest.

El encuentro se ponía de cara para el submarino pese a no estar jugando uno de sus mejores partidos. Se había hecho lo más difícil, que era adelantarse, y ahora la principal misión pasaba a ser mantener el resultado y no cometer ningún despiste para no encajar.

Pero esa idea que tanto había remarcado Escribá en la previa duró más bien poco. Apenas diez minutos después, un error de Andrés Fernández al bloquear un balón tras un saque de esquina llevó a Sulley a aprovechar un balón muerto en el área para poner las tablas en el marcador.

El Villarreal no encajó nada bien este gol y el mal estado del césped no contribuía tampoco a mejorar el juego. Los futbolistas del submarino pasaron a un estado de desidia que a punto estuvieron de aprovechar los rumanos aunque los dos lanzamientos que realizaron hacia la portería amarilla no cambiaron el encuentro.

Los minutos se consumían y el partido pasó a ser un aburrimiento. El Villarreal dominaba y tocaba, pero no lograba nada más y sus ideas se iban esfumando una detrás de otra. No parecía que fuera a cambiar nada hasta el descanso y así acabó siendo ya que el Steaua de Bucarest fue el único que tuvo una falta peligrosa al borde del área a su favor que Moncilovic envió a las manos de Andrés Fernández, quien en esta ocasión sí detuvo con seguridad.

Penalti en contra del Villarreal

El paso de los dos rivales por el vestuario inicialmente solo cambió la actitud de los locales, que perdonaron el 2-1 en una jugada desde el centro del campo tras error de N'Diaye que se fue al palo y que se quejaron hasta el infinito al colegiado ucraniano, Yevhen Araovsky, por no señalar un claro penalti por mano de Rukavina dentro del área.

El escenario seguía siendo el mismo que en el primer tiempo y no se atisbaba reacción alguna por parte de los de Escribá, a quien las rotaciones no acabaron de salirle demasiado bien ya que

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