En octubre de 1991, el futbolista Pedro Alcañiz tenía 26 años y buscaba equipo, según publicó Levante de Castelló hace exactamente 25 años.

El histórico delantero castellonense había acabado su contrato el mes de junio de aquel mismo año, y nadie se puso en contacto con él para su renovación a pesar de un brillante historial futbolístico: después de marcar 23 goles en el conjunto albinegro en segunda división durante la temporada 85-86, en la siguiente, y también en la misma categoría, anotó 10 con el Valencia, y en la temporada 87-88, ya en primera división, marcó 7 goles con el Valencia, y 4 en la temporada 88-89, a cuyo término, y debido a sus malas relaciones con el técnico uruguayo Víctor Espárrago, decidió aceptar la oferta del Castellón y regresar a su club de origen.

En la primera campaña en el equipo de su ciudad sufrió muchas lesiones y solo marco dos goles, pero en la siguiente, la 90-91 marcó 11 goles, lo que el autor del artículo calificó como «todo un éxito, debido a la sequía goleadora del Castellón».

Pedro Alcañiz apuntaba a que su inactividad profesional podría deberse «a los informes que que algunos hayan podido dar, ya que me consta que varios equipo de primera se han interesado por contratarme». Aquel mismo año fichó por el Villarreal y en el año 1996 regresó al equipo albinegro, para después militar en el Benlloch y acabar su carrera como jugador en el Almassora en el año 2001.