En el Espeleoclub la Vall están convencidos de que «hay que agotar todas las posibilidades» a la hora de descubrir cuál es el origen del río subterráneo y determinar hasta dónde alcanza la gruta. Así lo manifestó su presidente, José García, que explicó que, más allá de la motivación personal de los espeleólogos, «estos hallazgos tienen interés geológico y científico». Entre otras cosas, destacó que en el nuevo tramo se han identificado «varias chimeneas importantes», que no son más que conexiones con el exterior. Entre los retos del club está buscar otra entrada en superficie río arriba «que debe de existir, porque por algún sitio tienen que entrar los materiales que arrastra el agua» y que acaban saliendo a la luz en el río «aunque otra cosa es que sea accesible; es lo que queremos descubrir»