Vidres está reconocida como una marca innovadora, como demuestran sus 7 Alfa de Oro, y ahora trabaja en la consecución de esmaltes «que aporten algo más».
Cómo va a finalizar 2016, a nivel comercial, para Vidres?
El presente ejercicio va a acabar para nosotros con un incremento global de las ventas por encima del 3 % con respecto a las cifras de 2015, pero, además, con la alegría de que este año el mercado nacional ha repuntado un poquito. Ha crecido la venta al mercado doméstico entre un 7 y un 10 %, aproximadamente. No es para tirar cohetes, pero es una buena noticia que haya repuntado un poquito y que, paso a paso, las ventas nacionales se vayan recuperando.
¿Qué importancia tiene la exportación?
En la actualidad exportamos el 75 % de nuestras ventas. Al margen de nuestras instalaciones principales de Vila-real, que atienden al distrito cerámico castellonense, también contamos con una delegación en Italia y una planta productora en India que nos permiten atender a ambos mercados. Pero además tenemos una importante presencia en Latinoamérica, Centro Europa, Asía? Estamos muy compensados en todos los continentes.
¿Cómo está funcionando la fábrica de India?
Empezamos a trabajar en India en el año 1996 y, desde entonces hemos ido creciendo y probando distintas fórmulas para estar presentes en el país, mediante representantes o distribuidores. Al final encontramos a la persona idónea, que es la clave para trabajar en el exterior, que se ha convertido en nuestro socio, y con el que hemos montado una «joint venture». Ya vamos a cumplir un año de la puesta en marcha de la fabricación de nuestros productos en India, tal y como lo hacemos aquí. Y las cosas están funcionando muy bien, pero con todas las complicaciones que implica montar una fábrica con tecnología europea en India y transmitir todo el «know how» a los trabajadores locales, que, por otro lado, son profesionales muy capaces pero que se enfrentan a un campo nuevos. Estamos registrando en India un crecimiento importante, porque es un país muy bien situada estratégicamente y también suministramos a otros polos cerámicos vecinos.
¿La industria India consume los mismos productos cerámicos que la europea?
La industria india tiene las mismas armas que la europea: la tecnología es la misma y la maquinaria, también. La única diferencia es el saber hacer porque en India hay fábricas que trabajan muy bien y otras, como en todas partes, no tanto... Lo que ocurre es que, por motivos estéticos, sí que adaptamos el producto al gusto del mercado indio, aunque hay fábricas que están empezando a exportar y piden productos de corte europeo.
¿India es una competencia real para el azulejo europeo?
El mercado está segmentado: Italia está a la cabeza con un determinado precio, en segundo lugar estamos los españoles y los demás están en la cola. Yo no creo que sea un peligro inminente. Tal vez dentro de unos años, si trabaja al mismo nivel que la industria europea, puede ser que se note algo, pero ellos están muy centrados en el mercado doméstico y en los países de su área de influencia porque solo en India son 1.300 millones de habitantes y es un país por hacer con cada vez una mayor clase media con posibilidades de construir o reformar sus casas? Tanto España como Italia llevan un adelanto sobre otros países y el secreto está en no dormirse, porque los que vienen detrás tienen las mismas herramientas, pero nosotros, los europeos, tenemos un bagaje de casi 100 años de experiencia fabricando, vendiendo y exportando, y eso te permite anticiparte a la jugada del resto de países. Al final, países que tuvieron su boom como Brasil, o China, con las medidas «antidumping», se están quedando dentro de sus mercados locales y les cuesta más exportar..
Después de India, ¿hay proyectos para implantarse en otros mercados?
Nos gusta ir paso a paso y primero nos asentaremos bien en India y, después, por supuesto que hay que estar en otros mercados. ¿En cuáles? Bueno, pues todavía no lo sabemos. Creo que hasta dentro de un par de años no vamos a empezar a pensar en nuevos proyectos de ese tipo.
¿Qué papel desempeña Vidres en el mercado global?
Toda nuestra competencia es muy buena y muy dinámica porque el mercado lo exige, y nosotros intentamos estar ahí, no te puedes dormir? Nosotros, en su día, apostamos por el camino de la innovación, por hacer los esmaltes a medida, que es un camino más costoso, más difícil, menos vistoso pero que a largo plazo nos ha dado una posición importante en el mercado de esmaltes a nivel mundial. Vamos con humildad y poquito a poco pero, hoy en día, todo el mundo reconoce en Vidres una marca de innovación.
¿Se puede seguir innovando en el campo de los esmaltes?
El papel que le toca jugar a los esmaltes en estos tiempos, en lo que todo se puede controlar desde un móvil, es el de ser inteligentes. Es decir, esmaltes que aprovechen para algo más que para decorar: esmaltes que ahorren energía, que contribuyan a mejorar el medio ambiente, que no sean contaminantes? Se ha acabado la idea de que los esmaltes es un lienzo sobre el que se pinta, y ahora trabajamos, tanto nosotros como nuestra competencia, en ese tipo de esmaltes, porque si no aportan nada más, estaremos fabricando lo mismo que hace 20 años? Esta va a ser la década de los esmaltes inteligentes.
