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Regalos para la familia rumana

Agencias de envíos registran colas por el envío de presentes a su país de la población de Rumanía de Castelló

Regalos para la familia rumana

Miles de ciudadanos rumanos llegaron a Castelló en la primera mitad del siglo XXI. Dejaban atrás un país excomunista que se encontraba en la miseria y buscaban una oportunidad laboral en el entonces boyante sector de la construcción de la provincia. Muchos hicieron raíces y se integraron plenamente en la capital de la Plana. La población rumana es ahora el principal colectivo inmigrante de la ciudad con 17.700 residentes, según las cifras del padrón del 1 de enero de 2016.

La mayoría lleva más de 10 años en Castelló, algunos han formado familia con españoles, pero ninguno olvida su tierra de nacimiento. Allí permanece familia y amigos. En Navidad hay quien regresa a Rumanía, mientras otro que no pueden hacerlo por motivos laborales aprovechan estas fechas para enviar regalos y enseres a sus familiares.

Ayer, numerosos rumanos hacían cola en una agencia de paquetería en la ronda Magdalena para realzar sus envíos amigos y seres queridos. Florentina lleva 10 años viviendo en Castelló y ha preparado una caja con dulces para su familia. Rafael, nacido en España, acompañaba a su mujer, originaria de Rumanía, para enviar regalos a los padres y sobrinos de ella. Elena y José es otra pareja mixta que espera en los exteriores de la agencia. En su caso trasladan juguetes para nietos, ropa y una plancha. Elena reside en Castelló desde hace 12 años y se casó con José seis años atrás.

El caso de estos dos matrimonios es un ejemplo de la integración de la inmigración procedente de Rumanía. En los últimos años, la colonia rumana ha descendido por los efectos de la crisis económica, pero la mayor parte de esta inmigración permanece en Castelló al haber enraizado en la capital. «La gente en Castelló es ha sido siempre muy amable», destacaba ayer Florentina Otros compatriotas que aguardaban en la ronda Magdalena para enviar sus regalos también coincidían en resaltar el carácter abierto de la capital de la Plana. Ayer subrayaban en la agencia que se ha notado un cierto repunte de la afluencia respecto al año pasado.

Los inmigrantes han sido uno de los colectivos más castigados por la crisis económica. De 2008 a 2010 la población rumana aguantó pero a partir de 2012 se redujo su número por el fin de las prestaciones sociales. En 2012, la capital de la Plana albergaba 25.311 oriundos de este país de Europa del Este y en 2014 bajó a los 19.559.

En 2015 otros 1.850 rumanos hicieron las maletas y el de enero de 2016 vivían en Castelló 17.700, lo que representa el 10 % del censo municipal. En los últimos meses parece que se ha frenado la marcha.

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