El Hospital Provincial de Castelló destinó el pasado año 349.107 euros a la orden religiosa del centro por servicios prestados entre noviembre de 2010 y abril de 2012 cuya realización no ha sido suficientemente acreditada, revela la auditoría del Síndic de Comptes de 2015 referente al consorcio hospitalario provincial.

Según el informe, en el expediente de este importe no constan «las facturas o documentación acreditativa de los trabajos realizados». La labor de las religiosas se fundamenta, añade el estudio, en un convenio de 1981 firmado entre la Diputación de Castelló y la propia congregación (de la Consolación) para la prestación de servicios de naturaleza laboral, y a juicio del síndic, se «debería revisar la situación jurídica del contrato y las estipulaciones acordadas en su día, teniendo en cuenta la naturaleza de los servicios prestados y las necesidades de la entidad, para su adecuación ala normativa legal vigente».

Reubicación

La actual gerencia del Hospital Provincial negocia con la congregación un nuevo convenio y su reubicación o marcha del espacio que ocupan en la actualidad unas cinco monjas, que tiene una superficie de 1.300 metros cuadrados. El hospital quiere habilitar en este punto la ampliación de urgencias y la unidad de hospitalización domiciliaria. Las negociaciones comenzaron hace un año y no son fáciles. En su última propuesta, el centro restringe las condiciones para que las monjas desarrollen funciones sanitarias; continuarían en plantillas las religiosas que cumplan con criterios de meritocracia y profesionales y las que no podrían seguir colaborando en el servicio de voluntariado.

Respecto a la nueva ubicación de la congregación, la dirección todavía no lo tiene decidido. No se descarta que dejen de dormir en el hospital y que su relación con el hospital se limite al citado voluntariado.

El Síndic subraya que el Consorcio presentó en la fase de alegaciones un borrador de convenio «a fin de normalizar los referidos servicios».

Presencia desde el siglo XIX

La orden rechaza de plano su salida y aduce para ella su larga presencia en el Hospital Provincial, que se remonta a mediados del siglo XIX. Llegó para ofrecer asistencia y llevar la administración del hospital. En estos momentos quedan cinco hermanas, de las que sólo una ejerce como enfermera, en el área de Oncología. En cuanto a las otras monjas hay quien colabora de voluntaria en Salud Mental o se encarga de visitar enfermos.

El centro está a expensas de llegar a un acuerdo con la orden para iniciar la ampliación de las urgencias, que ahora sólo disponen 350 metros cuadrados.