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Matarem el cuc ací

Fusión de cocina clásica y moderna

Le Bistrot organiza almuerzos por encargo cada viernes donde ofrece manitas de cerdo, longanizas del Maestrazgo, lomo con nata, curry y champiñones o caracoles

Fusión de cocina clásica y moderna Carme Ripollés

El restaurante Le Bistrot de Castelló ofrece en pleno centro una variedad gastronómica diferente que fusiona la cocina clásica con pinceladas modernas. Hay platos tradicionales con un punto de especies o exóticos transformados en clásicos. Es un espacio que va más allá de un almuerzo al uso, por ello lo realiza cada viernes y por reserva previa.

Durante la visita para desarrollar reportaje los comensales disfrutan de unas espectaculares manitas de cerdo -que han llevado nueve horas de cocción-, longanizas del Maestrazgo con pimiento rojo y cebollas y lomo con nata, curry y champiñones.

Las manitas es uno de los platos estrella de Le Bistrot. Elaborado con producto de Benicarló, para su preparación primero recibe un hervor de cuatro horas, luego se pasa a otro caldo refinado con almendras, chorizo, jamón, perejil, ajo tierno y pimentón de la vera, y se remata con patatas.

En los almuerzos, el establecimiento ofrece carrilleras, bacalaos, albóndigas, o choripapas -chorizo con patata y pan japonés-. Utiliza especies de Marruecos, Japón o Perú o realiza cocina japonesa con toques españoles.

El local recibió esta semana la visita de Víctor Basteiro, un conocido crítico de cocina de la Comunitat Valenciana que escribe el blog Vicocinilla.

Los propietarios, Sergio Ortega y Silvia Vives, son unos apasionados de la gastronomía. Empezaron con Le Bistrot en septiembre de 2015. Hace cinco años se titularon en la Escuela de Hostelería del Grau. Procedían del sector comercial y decidieron dar un nuevo rumbo a su vida profesional. Ambos han colaborado en los restaurantes Carolina y el Poblet de Quique Dacosta, con los jefes de cocina Germán y Carito del Fierro de Valencia, y han participado en varios cursos, entre otros, de ahumados con Kamado o de pasteurización y cocinado a baja temperatura con técnica de envasado al vacío.

Sergio y Silvia diseñaron y reformaron ellos mismos el local con elementos reciclados. Por ejemplo, la barra dispone de madera proveniente de un asiento, mientras una bicicleta antigua, una motocicleta Villol de 1953 o una puerta vieja de un derribo decoran el interior del restaurante. En la carta de Le Bistrot para comidas y cenas cabe destacar, entre otros platos, un secreto lacado con salsa agridulce y arroz salvaje; baswati y largo; maki-sushi de salmón ahumado; fusión de mar y montaña con setas; chupa-chups de pollo con rashanout; delicias de queso o ensalada de pollo.

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