Seguramente fuera el partido más asequible en lo que resta de temporada, contra el colista y en Castalia, pero los tres puntos valen lo mismo. Manu Calleja lleva cuatro partidos al mando del Castellón y los ha solventado con nota: empata fuera y gana en casa. «Me voy con la misma sensación que ha tenido todo el mundo. Con 4-0, el equipo se ha desconectado. No hubo partido, pero también es lógico porque venimos de dos partidos intensos», en referencia a los duelos contra rivales directos en escasos días, como Ontinyent el anterior domingo, y Olímpic de Xàtiva entre semana.

Calleja se mostró comprensivo con esa desconexión del equipo local. «En estos partidos pueden darse ese tipo de cosas. Ya de inicio, en la charla, he notado que no teníamos tensión competitiva». Calleja recordó «la mano» que sacó el portero Zagalá con 1-0, y admitió que «en líneas generales no es un partido para estar muy contento, pero hemos hecho los goles». El técnico cántabro no se mostró preocupado porque sus hombres puedan repetir esa falta de intensidad. «Estoy convencido de que en Buñol, cuando veamos cómo aprietan,el propio partido nos va a meter en el juego. En el fútbol es difícil mantener un nivel tan alto siempre. Lo de hoy (por ayer) es fruto de la fatiga mental», explicó. El partido de Buñol se jugará seguramente el domingo, aunque el horario está por confirmar.

Para ese partido, Calleja no espera bajas en su plantilla. Se ha marchado Armando Corbalán y el sustituto será Clyde. «Espero que no se mueva nadie. Ningún jugador me ha dicho que se quiera ir. Nosotros, siempre que se pueda mejorar, estamos abiertos. También habrá jugadores, una vez finalizado el plazo de enero, que se pueden quedar en el paro e incorporarse después», apuntó.

Yagüe, goleador

También pasó por sala de prensa Albert Yagüe, uno de los protagonistas del partido. El punta catalán está jugando más desde la llegada del nuevo entrenador. Ayer marcó dos goles: no veía puerta desde la primera jornada. «Estoy contento por los goles», dijo, «me acuerdo de la gente que ha estado a mi lado. Un delantero siempre quiere marcar, y me estaba faltando un punto de suerte. Me he quitado un peso de encima, pero yo estaba trabajando cien por cien y sabía que llegaría la recompensa». La recompensa fueron dos goles, antes de pedir el cambio en el inicio de la mitad, «por calambres». No fue el único futbolista albinegro con molestias. También las sufrió Esaú Rojo, su compañero en la delantera, y el extremo Javi Zarzo. Calleja restó importancia y lo explicó a través del partido jugado entre semana, y al hecho de entrenar a diario en superficie sintética y jugar como local en césped natural..