En 2003, el entonces conseller de Industria, Fernando Castelló, anunció el desarrollo de una plataforma logística de cerca de un millón de metros cuadrados en el entorno del polígono Serrallo.
A los propietarios les parecía poco el precio fijado por la Administración para comprar sus parcelas, por lo que el Consell optó en 2008 por trasladar a los mismos la gestión del proyecto. Entonces aterrizó la crisis económica y desaparecieron los posibles compradores.
La agrupación de interés urbanístico de Parc Castelló negoció con varios grupos de inversión, pero ninguna oferta llegó a cuajar por la falta de respaldo público y de un acceso ferroviario en condiciones pesó en las negociaciones.