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«El proceso de selección del profesorado debería basarse en el rendimiento»

«El proceso de selección del profesorado debería basarse en el rendimiento»

La Catedrática de Filología Inglesa de la Universitat Jaume I (UJI) de Castelló Eva Alcón ha participado en la segunda jornada del Seminario Bienal «¡No sin los profesores!: claves del futuro profesional del profesorado universitario» celebrada en Madrid. Alcón abordó la selección del profesorado universitario que, en su opinión, podría mejorar.

¿Qué retos afronta el profesorado para seguir siendo clave en la formación de los futuros expertos?

Como siempre, debemos continuar apostando por el binomio docencia-investigación y ser capaces de transmitir nuestra pasión universitaria, ya que no podemos transmitir aquellos en lo que no creemos.

La metodología docente, ¿se adapta a los nuevos tiempos? ¿Cómo definiría la metodología docente de hace 20 años y cómo definiría la actual?

El profesorado ha hecho un gran esfuerzo para adaptarse a los nuevos tiempos. El papel del profesor y la profesora ha cambiado, las nuevas tecnologías, la no presencialidad, el libre acceso a la información han revolucionado la metodología docente. Nuestro papel hace 20 años era enseñar, ahora se trata de facilitar que el estudiantado vaya descubriendo y creando su propio aprendizaje.

¿Qué requisitos debe cumplir un profesor para dar clases en la universidad?

En estos momentos, un profesor o profesora debe obtener la acreditación a algunas de las figuras de profesorado existentes y posteriormente ganar el concurso que convoca una universidad para cubrir unas determinadas necesidades docentes e investigadoras.

¿Los procesos de selección del profesorado cumplen con las necesidades educativas de la universidad?

Si miramos a los barremos utilizados en el sistema de acreditación del profesorado, podríamos decir que todas las tareas que realiza un profesor universitario están contempladas, pero muchas veces los propios baremos hacen que los candidatos se preocupen por cumplir los ítems del baremo, cuando lo importante es caminar hacia la excelencia en la docencia y en la investigación. Algo que siempre tenemos que respetar en los concursos de selección del profesorado.

¿Cuáles son los puntos fuertes y débiles en la selección de los profesores universitarios?

En un reciente estudio realizado, con la colaboración de la Cátedra Unesco de gestión y política universitaria que dirige el profesor Michavila, preguntamos al profesorado, al gobierno de las universidades y a los responsables de la administración educativa si el sistema actual de selección del profesorado favorecía la selección de los mejores candidatos. A tenor de las repuestas, parece ser que el requerimiento previo de una acreditación, aunque mejorable, es valorado positivamente.

¿Su diseño responde a las misiones universitarias?

Un profesor o profesora universitario realiza muchas tareas: crea conocimiento, transmite conocimiento, innova en su docencia, obtiene fondos para la investigación, realiza transferencia de su investigación, publica en revistas científicas y además participa en la gestión diaria de la universidad. El hecho de atender a todas estas tareas hace que viva en tensión. Si no fuera porque a la mayoría nos apasiona nuestra profesión no podríamos soportar la presión de la vida académica. Creo que ha llegado el momento de plantearnos si la universidad española está preparada para atender a diversos perfiles de profesorado con porcentajes flexibles de dedicación a la docencia, a la investigación y a la gestión.

¿Se podría mejorar?

Sí, en estos momentos tenemos un sistema que está distorsionado y no por culpa de las universidades. La tasa de reposición y las restricciones presupuestarías han impedido desarrollar políticas de contratación estratégicas en los últimos años. Además, el modelo actual no sirve. Tenemos figuras como los ayudantes que prácticamente no se utilizan, otras, o como la figura de asociados que, en ocasiones, no se utilizan adecuadamente. Tenemos gente con más de 40 años en situaciones de no estabilidad y eso no es bueno.

¿Qué cambios deben introducir las administraciones educativas?

Lo primero eliminar la tasa de reposición y las restricciones legislativas que impiden la contratación de figuras diferentes a las actuales. Hay que dejar que cada universidad, en función de su autonomía universitaria, busque compaginar el derecho al empleo con la búsqueda de la excelencia. En mi opinión, tendríamos que ir hacia un modelo con escalones y basado en el rendimiento. Una posibilidad sería partir de una fase inicial, en la que tendríamos dos años de pre-doc. más dos más de post-doc., una segunda fase que daría estabilidad al profesorado y una fase final de promoción, en el que se debería valorar, al igual que se hace ahora, el rendimiento individual, pero también el valor que la promoción aporta a la institución.

¿Cómo y cuál sería el papel de la universidad en esta mejora?

La universidad debe colaborar con la administración educativa consensuando un nuevo modelo de profesorado. En mi opinión este modelo debería permitir desarrollar al máximo la autonomía universitaria. Un modelo que podríamos llamar algo así como «de flexibilidad transparente».

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