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El Provincial renueva el equipo de terapia electroconvulsiva para la depresión profunda

Con un coste de 32.000 euros, la máquina minimizará efectos secundarios como el embotamiento El TEC realiza 300 sesiones al año

El Provincial renueva el equipo de terapia electroconvulsiva para la depresión profunda

El Hospital Provincial de Castelló ha invertido más de 32.000 euros en un nuevo equipo de terapia electroconvulsiva (TEC), una técnica muy efectiva para el tratamiento de pacientes con depresión mayor grave que no responden de forma positiva al tratamiento farmacológico convencional. El doctor Rafael Mora, coordinador del programa, destaca la efectividad de la técnica, que en el Consorcio se realiza desde hace más de 15 años y está indicada en los casos de depresión mayor grave con síntomas catatónicos o psicóticos que ponen en peligro la vida del paciente.

El centro trata una media de 20 pacientes cada año, lo que implica unas 300 sesiones de TEC anuales. Las personas que sufren esta enfermedad se abandonan en un grado extremo: dejan de comer, de hablar, no realizan ninguna actividad, permanecen en la cama y muestran una expresión de angustia y sufrimiento. «Todo ello —explica el doctor Mora— les puede llevar a padecer desnutrición, deshidratación, úlceras o trombosis provocadas por la inmovilización, así como una mayor propensión a sufrir neumonías por aspiración».

Llegar a este estado catatónico es, en algunos casos, un proceso muy rápido y obedece a alteraciones en el equilibrio de diversos neurotransmisores del cerebro. Ante estas situaciones, la técnica resulta más efectiva que la medicación y consiste en la aplicación de pequeñas corrientes eléctricas a nivel craneal que provocan una convulsión cerebral controlada que tiene una repercusión rápida en la mejora de los síntomas del paciente, puesto que se consigue reorganizar la actividad eléctrica y química del cerebro.

Las sesiones aplicadas van entre las 6 y las 12, indica el especialista, quien agrega que, a partir de la segunda o tercera sesión, el paciente ya experimenta un cambio, pues empieza a comer, hablar y caminar. Para llevar a cabo la terapia se sigue un exhaustivo protocolo que incluye un estudio preoperatorio y una prueba de neuroimagen. Además, la técnica se realiza en la sala de intervencionismo de la Unidad de Críticos bajo los efectos de anestesia general y relajantes musculares que evitan así que la actividad convulsiva afecte al organismo.

Más datos

Los efectos secundarios consisten en un ligero dolor de cabeza en algunos pacientes, así como la sensación de embotamiento durante unas horas. El nuevo equipo minimiza estos efectos secundarios. Se trata —según explica el especialista— de una técnica muy segura y son los propios pacientes quienes, tras sufrir una recaída, demandan el tratamiento debido a la mejoría que experimentan.

Las contraindicaciones de la técnica son escasas a pesar de que los ciudadanos tengan un concepto negativo como consecuencia de la imagen que se ha dado en las películas, donde se utilizaba como un castigo. Sin embargo, se trata de una terapia que tiene sus orígenes a finales de la década de los años treinta en Italia y que se sigue utilizando por los especialistas en psiquiatría porque se ha demostrado su efectividad.

Por su parte, el jefe de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del hospital, Manuel Cubedo, apuna que la TEC se realiza por el equipo de intensivistas, psiquiatras y enfermeras de la Unidad de Críticos en la Sala de Intervencionismo de dicha Unidad, pues es realizada bajo anestesia general y relajación muscular de muy corta duración y, aunque es considerado un procedimiento de bajo riesgo, puede tener complicaciones. Así, basándose en la eficacia y seguridad del paciente esta técnica requiere de una monitorización y control del paciente tanto neurológico, hemodinámico y respiratorio.

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