Chema Cabanes lleva participando en carreras populares aproximadamente veinte años. Empezó a correr cuando tenía 30 y, ahora a los 49, se dispone a disputar su primer maratón. Cuando restan pocos días para vestirse de corto y tratar de completar los 42 kilómetros del Marató BP Castelló, los nervios empiezan a aflorar. «Después de ocho semanas entrenando me doy cuenta de que mi rendimiento es una incógnita. No conozco las sensaciones que se tienen porque nunca he corrido una prueba así y empiezo a estar algo preocupado. Todo el mundo habla del famoso 'muro' de los 30 kilómetros y sé que pasarlo se va a pasar mal. Estos días previos te pasan un montón de cosas por la cabeza, se te generan dudas sobre el ritmo que has de llevar... por eso tienes que convencerte a ti mismo y motivarte, pero sin que sea una obsesión», confiesa el corredor del CA Running Castelló.

Decidirse a correr un maratón debe ser una decisión muy meditada y suele darse en un momento de tranquilidad en la vida del corredor, cuando la persona se encuentra mentalmente preparada. «Yo siempre he hecho carreras de 10 kilómetros, medios maratones... Pero el maratón siempre me ha dado respeto porque no me veía preparado, no tenía el valor para dar ese paso al frente. Hay que tener en cuenta que un maratón es lo máximo en asfalto y, no solo hay que estar bien físicamente, sino también mentalmente porque cualquier problema familiar o laboral afecta en tu rendimiento», explica.

Una vez tomada la decisión, suena bastante lógico afirmar que el único objetivo que se plantea un corredor que nunca se ha enfrentado a una prueba de 42 kilómetros no es otro que «llegar a meta». «Hay que salir a disfrutar y el único objetivo es llegar a meta y levantar los brazos, con independencia del tiempo que consigas», insiste.

Chema Cabanes se ha imaginado mil y una veces cómo será ese momento de cruzar la meta en el parque Ribalta. Lo ha vivido desde fuera porque en los últimos años ha estado ahí como voluntario, arropando y ayudando a los participantes a su llegada, y el próximo domingo él será uno de esos corredores que recibirán el calor del público al completar los 42 duros y largos kilómetros del Marató BP Castelló. «En caso de conseguirlo, veré conseguido un objetivo marcado hace tiempo. Tendré la satisfacción de decir que he sido capaz de terminarlo y podré decir que 'soy maratoniano', y supongo que cuando cruce la línea de meta me acordaré de mis padres, de mi entrenador, de mis amigos... Si cuando estaba de voluntario me emocionaba ver a la gente llegar a meta, no quiero pensar cómo reaccionaré cuando lo consiga yo», reconoce.

Aunque durante su preparación no ha seguido una dieta concreta como hacen otros corredores, el representante del CA Running sí ha estado aconsejado por un entrenador, Gerardo Fonseca, quien le ha ido marcando los pasos a seguir. «Es fundamental para no correr a ciegas. Tener un preparador físico es muy importante para no cometer locuras porque él te dirige en función de tus condiciones físicas y de tus limitaciones, nos va marcando metas y sabe dónde está nuestro límite», explica Chema Cabanes, quien pese a no haber realizado todo el recorrido de la prueba del domingo durante su preparación sueña que acabar su primer maratón y hacerlo «lo más dignamente posible».