Las obras del tercer raíl reactivaron en 2016 la inversión pública en la provincia de Castelló. Además, compensaron la parálisis inversora de la Generalitat Valenciana, cuya licitación se desplomó un 87 % el pasado ejercicio respecto al año anterior.
La provincia cerró 2016 con una inversión global de 91,9 millones de euros. Supone un repunte de un 24 por ciento respecto a 2015, aunque estas cifras todavía quedan lejos de los números de 2009, cuando la Administración licitó obra valorada en 437 millones, según el último informe anual publicado por la patronal de grandes constructoras (Seopan).
El despunte de 2016 fue capitalizado especialmente por el Gobierno central, que destinó 69,9 de los 91 millones de euros. El Ejecutivo central aumentó su inversión un 82 %, pasando de los 12,3 millones de 2015 a los 69 de 2016. Este alza se explica por el proyecto del tercer raíl entre Valencia y Castelló. Sus obras comenzaron a mitad de 2015 y el grueso de las mismas se llevaron a cabo el pasado año. Esta propuesta consiste en la instalación de un nuevo hilo en la actual red ferroviaria para que puedan transitar mercancías en ancho europeo o internacional y el tren de alta velocidad (AVE).
El Ministerio de Fomento comenzó las obras con retraso e incumplió su promesa de que el AVE llegaría a Castelló a finales de 2015. El comienzo de la ejecución se había previsto en 2013 pero hasta 2015 no arrancó por los problemas de liquidez de las arcas del Estado. No hay fecha oficial sobre su término, aunque se espera para el verano.
Cabe recordar que el tercer carril tiene un coste de 222 millones. Permitirá cinco itinerarios del AVE entre Madrid y Castelló cuando esté operativo, con una reducción del tiempo de viaje de media hora. Sin embargo, no solventa el déficit ferroviario que desde hace tiempo denuncian el Consell y los empresarios, ya que se trata de una especie de embrión del corredor mediterráneo y carecerá de todas las prestaciones de la doble plataforma. Por la vía actual circularán mercancías, AVE y cercanías.
Es por ello que la Generalitat y los agentes socioeconómicos de la Comunitat Valenciana han levantado la voz para que el Gobierno central desbloquee la nueva doble vía en ancho europeo. Esta obra es considerada esencial para impulsar el tráfico de mercancías por tren, que comporta una reducción de costes respecto al de carretera.
El tercer raíl ha supuesto la única obra de magnitud que ha llevado a cabo el Gobierno en Castelló en los últimos tiempos. Aparte, ha invertido tres millones de euros en pavimentar un tramo de la variante de la Vall d'Uixó de la A7. Esta actuación se encuentra en su última fase. En 2009, el Gobierno licitó 135 millones de obra pública en Castelló, el doble que el pasado año.
Si el Ejecutivo central ha avivado su esfuerzo inversor, el Gobierno valenciano en cambio dejó el contador a cero en la pasada anualidad. El Pacte del Botànic ya había advertido de la carestía de fondos para ejecutar obra de nueva planta por la herencia recibida, y los datos del Seopan han constatado esta realidad. Las actuaciones del Consell en infraestructuras se han centrado básicamente en conservación de las carreteras de su titularidad. Así, Castelló recibió 4,4 millones de euros en 2016. El Ejecutivo valenciano inyectó 149 millones a la provincia en 2009.
Por su parte, la Diputación de Castelló y los 135 ayuntamientos de la provincia licitaron en la pasada anualidad una cifra similar a la de 2015, con poco más de 17 millones de euros.
