Al final llegó la derrota del Castellón. Y llegó ofreciendo una imagen muy pobre y con una mala lectura del técnico cántabro Manu Calleja, que cuando quiso tomar decisiones su equipo ya tenía dos goles encajados. Cinco meses después de la última derrota, se cayó con estrépito en Alzira dando una mala imagen en una jornada aciaga para los intereses albinegros, que caen a la quinta plaza y salen de los puestos de promoción. Y es que el conjunto de la capital de la Plana se mostró blando en defensa y al final lo acabó pagando caro. Antes del descanso Kike Soler puso en ventaja al equipo de Dani Ponz, y nada más arrancar el segundo tiempo el salmantino Álvaro Gómez puso el 2-0 aprovechándose de la pésima concentración defensiva del equipo. Así es que adiós a los veintidós partidos sin perder y tocará en centrarse para hacerlo mejor el próximo domingo contra el Torrevieja.

Manu Calleja apostó para esta cita con un once previsible, con un planteamiento valiente con dos delanteros y dos futbolistas muy ofensivos como es el caso de Chema Díaz y Lolo Ivars en las bandas. Este último fue la única novedad y relegó a Javi Zarzo al banquillo. El resto fueron los mismos del último partido. Así es que tampoco hubo tanta revolución como dejó entrever el viernes el entrenador cántabro.

Con todo ello, el partido empezó con mejores sensaciones para el Alzira, y cuando el Castellón mejor situado estaba en el terreno de juego y controlaba la situación, recibió un duro golpe con el 1-0 anotado por el joven lateral diestro local Kike Soler.

Antes de esa incidencia en el marcador, en el área albinegra se vivieron un par de sobresaltos como consecuencia de pérdidas inconcebibles que propiciaron que los alcireños pisaran el área castellonense con peligro. Fue un gol que desniveló una primera parte donde el Alzira empezó mejor y que mediado este primer tiempo el Castellón se entonó, pero cuando mejor estaban los albinegros les llegó ese 1-0 que les descentró.

Llegó el descanso y en la reanudación el colegiado Gil Coscollá señaló una falta de Enrique muy rigurosa en las cercanías del área de Alejandro Zagalá que estuvo pésimamente defendida por los castellonense y encajaron el 2-0 por mediación del mejor futbolista del Alzira: el joven mediapunta Álvaro Gómez. Pasividad de la defensa del Castellón.

Desventaja doble

Fue a raíz del 2-0 cuando se reactivaron los cambios en el conjunto de la capital de la Plana. El técnico empezó a mover el banquillo. A buscar soluciones. Primero con la entrada del extremo Javi Zarzo; después con la salida de Jordi Marenyà y a última hora con el delantero Rubén Fonte. Al espigado ariete se le anuló un gol por presunto fuera de juego que fue muy protestado por los jugadores y también por el entrenador. El gol no subió al marcador, al poco expulsaron al pivote Clyde Essomba por doble amonestación, y así se llegó al término de los noventa minutos con el 2-0 y con la derrota albinegra cinco meses después de caer en el campo del Segorbe. Adiós a la racha y a la segunda posición en la tabla. Acabó la fiesta en Alzira.