Los artesanos de Borriana plantarán este año unas 80 fallas grandes y unas 50 infantiles, solamente 19 fallas grandes e infantiles se plantarán en esta ciudad, el resto en distintas ciudades de la Comunitat Valenciana. Desde finales de los años sesenta en que José Pascual Ibáñez (Pepet) entró a formar parte de la sección especial de las fallas de Valencia, los artesanos de Borriana siempre han estado presentes con sus trabajos en la máxima categoría de las fallas. En algunos años, en esta categoría han participado hasta cuatro artesanos de esta ciudad. Este año solamente un artista Sergio Musoles, hijo del artesano Arturo Musoles, representará a Borriana en la sección especial.

Hoy en día no es fácil mantenerse en la máxima categoría de las fallas, se exige mucho en presupuestos muy cortos. Sin embargo, estar entre los primeros sigue siendo parte del prestigio que buscan los artesanos.

El gran maestro de los artesanos de esta ciudad, Pepet, inició su carrera artística a principio de los años sesenta, cuando las materias primas para construir una falla eran muy escasas. Los artesanos solamente contaban con cartón, madera, pintura y pocos elementos más. Los artistas tenían como oficio complementario, el de pintor, escayolista o carpintero

En Valencia ser artesano ya era una profesión y se trabajaba con más materias primas. Actualmente Valencia está tan solo a media hora, pero en los años sesenta el desplazarse a la capital del Túria era más o menos un día de viaje entre ida y vuelta.

El afán de Pepet por superarse y estar entre los mejores, le llevaba a desplazarse hasta Valencia en moto y visitar, e incluso trabajar, en los talleres de las primeras espadas del momento. Artesanos como Debón o Biosca, Cotanda le abrieron las puertas de su taller. Toda la experiencia que Pepet asumía la compartía con los artesanos de su ciudad, consciente de que nadie le podía hacer competencia.

Cuando Pepet realizó la primera falla en la categoría especial, a su taller de Borriana vinieron a trabajar buenos escultores, buenos pintores. El taller se convertía, de esta forma, en una escuela para jóvenes artesanos, aunque Pepet fuese un artesano que trabajaba bien todas las materias consideraba que los llamados especialistas le podían mejorar sus cualidades artísticas. El maestro Pepet ha sido el único borrianense que ha plantado dos monumentales fallas en la plaza del Ayuntamiento de Valencia, que es una de las aspiraciones de cualquier artesano con ambiciones artísticas.

Esta forma de proceder de José Pascual Ibáñez (Pepet), teniendo siempre el taller abierto a los demás artesanos, creó escuela. Hoy en día la mayoría de los artesanos que realizan fallas o trabajan en los distintos talleres, son alumnos de la escuela de Pepet, aunque nunca hayan trabajado en su taller, los años cuentan, pero la amabilidad del artesano que no duda en visitar a sus alumnos hace posible que en Borriana exista un colectivo de artesanos que trabajan dentro de una armonía difícil de entender en otros oficios.