La Confederación de Empresarios de Castelló reivindica su autonomía ante Salvador Navarro, presidente de la provincial valenciana que lidera el nacimiento de una nueva autonómica. Varias asociaciones sectoriales de Castelló, entre otras el azulejo, se han posicionado a favor del proyecto de Navarro, pero parte del empresariado de Castelló se muestra receloso a una propuesta que supondría la desaparición de la CEC.
Navarro presentó ayer su proyecto de nueva Confederación Empresarial de la Comunitat Valenciana ante la junta directiva de la CEC. Néstor Pascual, portavoz de la gestora de Castelló, subrayó que tras escucharle no se tomó una decisión respecto a la posible integración de Castelló a la citada autonómica y resaltó que se tomarán un tiempo de reflexión. La reunión se prolongó tres horas y se desarrolló en un ambiente de cordialidad.
La patronal de Castelló quiere esperar a ver cómo evoluciona el concurso de acreedores en el que se encuentra inmerso, y elude emular a la autonómica de Cierval, que ya ha anunciado su liquidación. La CEC confía, además, añadieron fuentes internas, a cobrar parte de la subvenciones que la Generalitat Valenciana retiene por cursos de formación.
Desde la cúpula de la CEC admitieron que su continuidad es complicada si fructifica el nuevo modelo de patronal que propone Navarro, pero subrayaron que parte de los empresarios darán la batalla por la supervivencia de la CEC. Todos coinciden en que la patronal de Castelló ha de contar con una estructura mínima, pero un sector de la misma considera que es necesaria la existencia de una entidad provincial que preserve una cierta autonomía de Valencia.
Antes de anunciarse la posible creación de otra autonómica, la gestora de la CEC había planificado un presupuesto de solamente 170.000 euros basado en las cuotas de 26 asociaciones sectoriales. Su idea inicial era impulsar una nueva CEC con sólo dos trabajadores y una junta directiva con cuatro o cinco empresarios que se basara únicamente en los pagos de sus asociaciones. En la etapa anterior de José Roca y Rafael Montero, la patronal de Castelló llegó a disponer de un presupuesto anual superior a los 800.000 euros y de doce empleados en plantilla.
La reconversión que plantea Navarro defiende el fin de la antigua estructura provincial y aboga por reforzar el poder de las organizaciones sectoriales dentro de un ámbito autonómico. Ascer, una de las principales organizaciones que integra la CEC, ya se ha posicionado públicamente a favor de la nueva CEV, y estima que con esta autonómica las reivindicaciones de los sectores tendrían más fuerza a la hora de presionar, por ejemplo, al Gobierno central. En el encuentro de ayer, según fuentes presentes, otras dos colectivos sectoriales de Castelló también defendieron los planteamientos de Navarro.
En la citada autonómica, el 70 % de representación de su asamblea corresponde a las entidades sectoriales comarcales y solamente el 30 % a los consejos empresariales, que reemplazarían las actuales entidades provinciales. El nuevo ente de Castelló asumiría una de las seis vicepresidencias; tres estarían adscritas a las provincias, mientras las otros tres se vincularían a los sectores, reservándose un cargo a Ascer.
Desde la patronal castellonense lamentaron que los antiguos gestores ligaran exclusivamente su funcionamiento a las ayudas por cursos de formación. Una gestora sustituyó en julio a José Roca y Rafael Montero de la CEC tras llevar casi tres décadas al frente de la misma.
