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El PP de Castelló busca reconocimiento y poder en el congreso regional

Javier Moliner asume la cita como su gran batalla de regeneración tras la etapa de Fabra pese a la escasa cuota cobrada en la ejecutiva nacional

El PP de Castelló busca reconocimiento y poder en el congreso regional

El Partido Popular de Castelló asume que en cuanto a afiliados y peso demográfico no puede jugar en igualdad de condiciones en relación a València y Alicante. Por ello, considera obvio que estas provincias tengan más presencia en el organigrama de la formación.

No obstante, desde el entorno castellonense se aspira a que en el congreso de este fin de semana se reconozcan sus mejores porcentajes en voto y su estadio más avanzado respecto a la regeneración tras los casos de corrupción que han afectado a todo el partido.

Pero, por encima de todo, a lo que aspira el PP de Castelló es a no terminar otra vez con la sensación de derrota y de menosprecio a su líder, Javier Moliner, respecto a los otros barones provinciales, como ya pasó en el congreso nacional.

En aquella cita salieron reforzadas las figuras de Vicente Betoret en València y de César Sánchez en Alicante, y Castelló se tuvo que conformar con la entrada de Vicent Sales en la Junta Directiva Nacional; un cajón de sastre de 470 miembros.

Más allá de la distribución del peso orgánico que la dirección autonómica decida y que ya ha avanzado que solo se va a retocar mínimamente y si acaso en el segundo escalón, lo que se quiere evitar a toda costa desde el PP provincial es que cuente como cuota castellonense la presidencia de Isabel Bonig.

La dirigente renovará un cargo que obtuvo de manera provisional tras los casos de corrupción en el seno del partido y de las instituciones que gobernaba el PP, pero nunca ha tenido peso orgánico en la provincia al saltar directamente del Ayuntamiento de la Vall d'Uixó a la conselleria de Infraestructuras, Territorio y Medio Ambiente de la mano de Francisco Camps.

El peso y el liderazgo en Castelló corresponde a Javier Moliner, debido a la idiosincrasia del partido que siempre se ha articulado en torno a la diputación y a su foco de poder.

Por el momento, Moliner y Bonig comparten liderazgos estancos sobre los que no se cierne ninguna amenaza inmediata de desbordamiento, a pesar de que el líder castellonense está trabajando su proyección autonómica y nacional desde los últimos meses, focalizando su estrategia mediática hacia Madrid y València.

Ejemplo de ello es la 'venta' de los acuerdos en los presupuestos de la diputación y el Fondo de Cooperación Económica y la oposición al Consell en los decretos de Turismo y Deporte invalidados, de momento, por el Tribunal Superior de Justicia.

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