El PSPV denunció ayer lo que considera una «constante utilización del fenómeno de la despoblación que está realizando la diputación, con el presidente Javier Moliner al frente». El diputado socialista Santiago Pérez considera «una burla decir que la inversión contra la despoblación para el ejercicio 2017 será de 30 millones de euros, cuando la realidad es que la mayoría de actuaciones que se especifican en este anuncio no redundan en mantener ni en asentar la población de los municipios de interior, sino que son inversiones como el servicio de prevención de incendios, que supone 9,1 millones de euros o los 12,1 millones de euros previstos en el Plan 135, antiguo POYS».

Pérez lamenta que desde la Diputación se consideran como inversiones para evitar la pérdida de población en los pueblos pequeños, servicios esenciales como la recogida de basura, con 1,5 millones de euros, o la construcción de depuradoras con más de 500.000 euros.

Para el diputado socialista, la inversión real en actuaciones dirigidas a favorecer el mantenimiento de la población «apenas alcanza el millón de euros, lo que supone menos del 1% del presupuesto para 2017. Los socialistas critican que el programa Repoblem, con 1,1 millón de euros, como el plan wifi 135, las unidades de respiro, el plan de cardioprotección o el plan de Empleo «benefician» al resto de municipios, y añaden que «el programa para el fomento a la natalidad, al que se destinan 30.000 euros, ya fue un fracaso en 2016, otorgándose sólo 4.800 euros».

Un dato que demuestra «la ineficacia de las actuaciones en este sentido», explica Pérez, es que en los últimos años la población en municipios menores de 1.000 habitantes ha descendido en un 10 % y varias localidades han cerrado sus escuelas por falta de niños.

Para los socialistas, «Moliner se ha sumado al carro de la despoblación con titulares y fotos».