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Un testigo declara que el ataque al miembro de Los Caucos fue una encerrona

Al parecer, esta persona habría visto cómo dos furgonetas acorralaron a «El Gordito» y uno de los conductores bajó y le asestó las cinco puñaladas

La investigación por esclarecer la agresión a un miembro del clan de Los Caucos sigue adelante. Según ha podido saber Levante de Castelló, un testigo habría declarado haber visto cómo dos furgonetas acorralaban a la víctima (apodada El Gordito y no El Gordo como se ha publicado estos días por error) y uno de los conductores bajaba y le asestaba las cinco puñaladas.

Esta versión de los hechos abre la posibilidad de que la agresión fuera una encerrona y estuviera planificada de antemano. De momento, y según fuentes de la Guardia Civil todavía no hay detenidos. La víctima presenta heridas por arma blanca en el tórax y en el abdomen y sigue ingresada en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital General en estado grave.

Los hechos tuvieron lugar el pasado martes en la avenida José Ortiz de Almassora, justo en el aparcamiento del tanatorio. Allí apuñalaron a E. R. B., de 44 años, y apodado «El Gordito» y que pertenece al clan de los Caucos, una familia con posibles contactos en el mundo de la droga y la delincuencia. No obstante, y pese a que las primeras hipótesis apuntaban a un posible ajuste de cuentas por tema de drogas y dinero, parece que el ajuste de cuentas en cuestión obedece a viejas rencillas del pasado.

En concreto, según ha podido saber este diario, el agresor habría tenido una discusión con la víctima hace años en un bar de Almassora y, desde entonces, «se la tenía jurada», según relatan desde el entorno de la víctima. Asimismo, el supuesto agresor pertenecería a otro clan familiar apodado los Yayais, según ha podido saber este diario.

Cabe recordar que, tal como publicaba ayer este periódico, la Policía Nacional aumentará la presencia de agentes en el barrio del Perpetuo Socorro de Castelló ante la posible revancha del clan de los Caucos. El suceso ha puesto en alerta a todas las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado ya que se teme que, en breve, se puedan tomar la revancha. Tanto es así que el mismo día en el que El Gordito recibió las cinco puñaladas, esa misma tarde se registró una discusión en el barrio del Perpetuo Socorro motivada por la reyerta anterior.

Hasta el lugar de los hechos se desplazaron agentes de la Policía Local y, ante su presencia, los participantes en la discusión minimizaron el conflicto de tal forma que los agentes solo pudieron proceder a la identificación de dos personas por si en los sucesivos días querían presentar algún tipo de denuncia.

No obstante, tal como ha podido saber este diario no se ha presentado denuncia alguna y todo a punta a que se deba a que quieran resolver el conflicto al margen de la intervención policial.

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