El obispo de la Diócesis Segorbe Castelló, Casimiro López Llorente, presidió ayer la eucaristía celebrada a las 19.00 horas en la Basílica de San Pascual en desagravio por la profanación de la Eucaristía que se cometió el viernes 14 de julio.

El obispo invitó a todos los católicos de la Diócesis de Segorbe-Castelló, sacerdotes, religiosos y laicos para acompañar a la comunidad de las Clarisas «en este momento doloroso». Además, en Vila-real, se suspendieron las celebraciones de la tarde para animar a la participación de los fieles de la ciudad.

Como cuando ocurrió un acto de profanación en Teresa, a principios de mayo, en la Diócesis se han multiplicado actos de desagravio en las parroquias. El Obispo declara su profundo dolor, y advierte que «este nuevo acto es aún más significativo por haberse realizado en la Basílica de San Pascual, patrono de los Congresos Eucarísticos y Asociaciones Eucarísticas y de nuestra Diócesis de Segorbe-Castelló».

El comunicado exhorta a que todos fieles católicos aprovechen lo acontecido para «renovar la fe y devoción eucarísticas».

«Detrás de estos sucesos se esconde una llamada a la conversión dirigida a cada uno de nosotros. Hagamos de este agravio una oportunidad de desagravio. Que esta ofensa sea ocasión para suscitar y manifestar nuestro amor hacia Jesucristo, presente en la Eucaristía», afirma el obispo. La profanación se descubrió el viernes 14 de julio, cuando se vio que había sido forzada la puerta de la celda del Santo, sita en la Real Capilla, abierto el Sagrario y robado el copón con las especies eucarísticas.