El juez Santiago Pedraz ha impuesto una fianza de 300.000 euros al presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) Ángel María Villar, de 150.000 a su hijo Gorka, y de 300.000 al vicepresidente de la Federación Juan Antonio Padrón para poder salir de prisión.

El magistrado de la Audiencia Nacional ha adoptado esta decisión en un auto al considerar que no hay fundado riesgo de fuga de ninguno de los tres al haberse practicado ya las diligencias consideradas urgentes en esta causa, abierta a raíz de la detención de todos ellos en la operación Soule.

Una vez hayan abonado la fianza y queden en libertad, Villar, su hijo y Padrón tendrán la obligación de comparecer semanalmente ante el juzgado más próximo a su domicilio, deberán entregar el pasaporte, y facilitar además un teléfono móvil donde puedan estar localizados si son requeridos en cualquier momento para ponerse a disposición del juzgado.

Red corrupta

Según el auto de prisión, Villar, presidente de la federación desde hace 29 años, creó una red corrupta, que englobaba a las federaciones territoriales y a organismos vinculados a ellas, «con la voluntad de enriquecerse y/o favorecer el enriquecimiento de terceros», de manera que también se garantizaba la mayoría necesaria para ser reelegido. En cuanto al hijo de Villar, afirmaba que resultó, a través de su empresa Sports Advisers, el «mayor beneficiado».