Un zurdazo del lateral izquierdo Kike Ferreres en el minuto 77 valió su peso en oro para un Castellón que se estrenó en Liga con tres puntos muy importantes. No fue un gran partido. Tampoco se esperaba una exhibición porque esto no ha hecho más que comenzar. El equipo de Frank Castelló superó a un Elche Ilicitano que le quiso hacer cosquillas al conjunto de la capital de la Plana, pero a última hora el equipo orellut le dio un zarpazo mortal de necesidad para regresar a Castelló con tres puntos que vienen como anillo al dedo para cargar de confianza al equipo y a la afición albinegra.

El equipo de gala. No hubo excesivas novedades en la primera formación de la temporada que a buen seguro será la base de este curso liguero. Con Zagalá bajo lo palos. En los laterales Luismi Ruiz y Kike Ferreres, y en el eje de la zaga los dos centrales que era duda: Arturo y Enrique. En el centro del campo un doble pivote autóctono con Forner y Marenyà; y en las bandas Serra por la derecha y Juanjo por la izquierda. De enganche estuvo Iván Sales y en punta de ataque Cubillas.

Que no iba a ser un partido fácil lo sabía todo el mundo. A pesar de que el filial saltó al terreno de juego con nueve jugadores, de los once, que la temporada pasada eran juveniles de División de Honor. Jóvenes, pero bien preparados y descarados. No le perdieron la cara al Castellón y le intentaron hacerle cosquillas al equipo de Frank. No hubo goles en un primer tiempo donde las ocasiones no fueron abundantes. Sí que se produjeron llegadas, aunque sin sobresaltos para los porteros.

Fueron de menos a más los albinegros. Le fueron cogiendo el hilo al partido y, de vez en cuando le mostraron los dientes al equipo de Acciari que, valga decirlo, se cargaron de tarjetas en la primera parte. Dura fue la entrada de Óscar Gil sobre Arturo que le mantuvo KO durante unos minutos. Por si a caso, Dealbert saltó a calentar. También vieron el cartón amarillo Jero y Soro.

El Elche saltó mandando y presionando, pero se fue apagando tal y como el Castellón se plantó bien sobre el césped. Uno de los más bulliciosos de los locales, Óscar Gil, tuvo la primera y única ocasión del filial franjiverde en la primera parte. Sólo se habían disputado cuatro minutos. A partir del minuto 10 la cosas se equilibró y a partir del 20 los albinegros fueron los que llevaban la voz cantante, con gran trabajo de Forner y Marenyà en la medular, y las entradas por bandas de los extremos Serra y Juanjo.

En el minuto 33 el colegiado invalidó un gol a David Cubillas por un fuera de juego muy polémico, tras un buen pase de Iván Sales. Y en el minuto 39 el central Enrique José Sampedro subió a rematar un saque de esquina y su cabezazo salió sacanso astillas del larguero del conjunto franjiverde.

Sin novedades en el marcador se llegó al descanso. Un 0-0 esperanzador. Sin cambios arrancó la segunda parte. Los dos entrenadores lo veían bien. También arrancó muy descarado el Elche Ilicitano, llegando a la portería. A los pocos minutos Frank Castelló puso a calentar a la gente más ofensivo que estaba en el banquillo. Los alicantinos realizaron la primera sustituvión en el minuto 55. Hombre por hombre: Georgi dejó su puesto a Alberto Vázquez.

Y hay que decir que estuvo más centrado el conjunto local. Al Castellón le costó tener el balón. El ex del juvenil del Málaga, Jony Martínez, empezó a ser un quebradero de cabeza para la defensa del Castellón. También gustaron los minutos de Adrián Molina.

La acción clave

Pero como hasta el rabo todo es toro, en el minuto 77 una subida por la banda izquierda del lateral Kike Ferreres acabó con una pared con Cubillas y el burrianense se plantó solo ante el portero murciano Juanma y con toda la frialdad del mundo cruzó al fondo de las mallas. Tremenda alegría para la afición del Castellón.

Luego se templaron los ánimos para que no peligrasen los tres primeros puntos de la temporada. Y así fue. El próximo domingo más en Castalia ante un Buñol que hincó la rodilla en casa ante el Eldense.